Bizkaia Bilbao Basket se encontrará en su semifinal a un rival muy complicado. Comprobamos que Bizkaia Bilbao Basket domina en prácticamente todos los apartados estadísticos, pero si siempre es importante comprender el significado de los números, mucho más cuando éstos se obtienen ante rivales distintos.

Alba Berlín es un buen equipo. Su técnico, Luka Pavicevic, que completa su tercera temporada al frente, tuvo que motivar a sus jugadores tras caer en la última eliminatoria de clasificación para la Euroliga. Esta mentalización les ha permitido llegar a Gasteiz, de donde desearán marcharse con este trofeo.

Y argumentos para conseguirlo tienen. Tienen una plantilla centrada en jugadores americanos -hasta cinco-: Julius Jenkins, Rashad Wright, Immanuel McElroy y Derrick Byars forman, junto al base alemán Steffen Hamann, el perímetro del equipo. Los cuatro primeros han anotado 46 de los 71 puntos (64,79%) que ha promediado Alba Berlin en los últimos 7 partidos. Su base Julius Jenkins es el máximo anotador del equipo. Su presencia en Gasteiz es una incógnita debido a un golpe con resultado de conmoción cerebral. Su capacidad para desequilibrar en el uno contra uno y su acierto en el tiro le convierten en el más desequilibrante. Tanto es así, que a Pavicevic le gusta utilizar a Wright de base, pasando a Jenkins a jugar de escolta.

El entrenador serbio no será ajeno, de todas maneras, al bajo rendimiento de Wright lejos de su cancha. Es un tirador irregular y cuando penetra prefiere buscar el pase. Derrick Byars cumple a la perfección el papel de alero tirador, mientras que Immanuel McElroy ha entrado en el quinteto ideal del torneo por su tremenda polivalencia. De entre los interiores, hay que destacar al ex madridista Blagota Sekulic.

El Alba Berlín es un equipo que concede pocos puntos. Su equilibrio ofensivo les permite tener una notable organización a la hora de armar su defensa. No recuperan excesivos balones, y su mayor virtud reside en la capacidad para tener un defensor siempre delante del balón.

Aplican dos puntos de presión defensiva: uno, en la situaciones de bloqueo directo, donde el pívot irrumpe en la trayectoria del jugador con balón con el fin de alejarlo de canasta; el otro, en la defensa del pasa al poste bajo, donde anticipar intentando que el balón llegue a esta posición. En su debe, que conceden demasiadas segundas opciones.

El pase es clave a la hora de comprender su juego ofensivo. Manejan dos estructuras muy definidas a la hora de atacar: con ambos pívots cerca de canasta, bloqueos para los exteriores o bien pasar el balón al poste bajo. Si necesitan recurrir al bloqueo directo, rápidamente abren el campo ubicando al otro pívot en la línea de tres puntos. Colocar a los tiradores en las esquinas, pasarse el balón entre los pívots o penetrar para pasar al desmarcado, destacan como conceptos a la hora de buscar sus mejores opciones. Será básico defender bien los movimientos previos. Si salen con ventaja o desbordan en el uno contra uno, su lectura de juego es excelente. Los de Pavicevic hacen que el campo parezca muy grande y la posesión, eterna.

Manejan excelentemente las variantes espacio y tiempo. Únicamente los equipos que han presionado cada pase les han creado problemas. Asimismo, Alba Berlín inicia y acaba muy bien los partidos. De hecho, suelen ganar casi siempre que dominan el primer y último cuarto.