Gran parte del espacio aéreo europeo seguía ayer cerrado por la amenaza de la gran nube de cenizas provocada por la erupción del volcán Eyjafjallajökull de Islandia, que obligó a cancelar miles de vuelos y que continuará provocando caos aéreo debido a las restricciones durante el fin de semana. La nube se desplaza a 16.000 metros de altura al albur del viento y los expertos no pueden predecir la evolución de la situación mientras la erupción, que se puede prolongar incluso semanas, continúe.

La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) informó de la cancelación de unos 17.000 vuelos de los alrededor de 29.500 que estaban previstos para ayer en Europa, un 60% de los previstos.

Este organismo indicó que Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Holanda y la República Checa mantenían sus espacios aéreos absolutamente cerrados para los vuelos comerciales y la práctica totalidad de los cielos de Inglaterra, Escocia y Gales permanecían bloqueados al tráfico, mientras que los de Suecia, Noruega, Alemania, Rumanía Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia y el Estado francés estaban clausurados de forma parcial, con numerosos aeropuertos cerrados, informaron Efe y Europa Press.

Los más afectados fueron los de Londres y Amsterdam, debido al elevado número de vuelos que operan, y también el de Frankurt, el tercero más importante del continente, que ayer fue cerrado y quedó operativo sólo para vuelos intercontinentales.

También estaba previsto que Austria cerrara su espacio aéreo, en función de las previsiones meteorológicas.

Según los datos ofrecidos por Eurocontrol, el jueves se realizaron 20.334 vuelos en el espacio aéreo europeo. Explicó que cada día se movilizan 600 vuelos trasatlánticos y que de los 300 aviones que normalmente llegan a Europa, ayer sólo lo hicieron entre 100 y 120.

Al sur y al este

La Agencia aseguró que la nube de cenizas, que el jueves interrumpió el tráfico con América y ayer también con Asia y el Pacífico -sobre todo Australia. Nueva Zelanda y Hong Kong-, seguirá causando «perturbaciones significativas» y advirtió de que podría extenderse al sur y al este del continente.

«La parte sur de Europa sigue limpia, pero puede que la nu- be se extienda al sur y al este esta noche [por ayer]», explicó Brian Flynn, miembro de la unidad de operaciones de Eurocontrol, quien agregó que «no se espera que la situación cambie drásticamente en las próximas 24 horas».

Pérdidas económicas

Esta caótica situación ha hecho que las aerolíneas europeas estén registrando pérdidas de ingresos por valor de unos 150 millones de euros (más de 200 millones de dólares) diarios, según afirmó la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Señaló también que, además de estas pérdidas de ingresos, las aerolíneas incurrirán en otros gastos por el traslado de aeronaves, la atención a los pasajeros y el hecho de que los aviones queden inmovilizados en los aeropuertos, aunque no hay que olvidar que eso conllevaría un importante ahorro en gasto de combustible.

Algunos expertos consultados por AFP, no obstante, afirman que las consecuencias de la paralización parcial del tráfico aéreo tendrá un impacto limitado en el sector, ya que consideran que es difícil saber cuántos pasajeros optarán por el reembolso completo de sus billetes, que supondría una pérdida de ingresos para las compañías, en lugar de retrasar sus vuelos.

Pero además de las caídas en Bolsa los dos primeros días del caos, los analistas calculan que las pérdidas de las principales compañías aéreas europeas durante un día de paralización total del tráfico podrían oscilar entre los 10 millones de euros, en el caso de Lufthansa, y los 35 millones de euros, en el caso de Air France-KLM, pasando por los 25 millones de euros de British Airways.

Por el contrario, los expertos señalan que las aerolíneas compensarían de alguna manera esa pérdida de ingresos en la medida en que la tasa de ocupación de pasajeros será mayor una vez reanudado y normalizado el tráfico aéreo. Por lo general, alrededor del 75%, aunque un poco por debajo en el caso de las compañías de bajo coste.

Ceniza peligrosa

El análisis de la ceniza procedente del volcán islandés que entró en erupción ha mostrado hasta ahora que un 25% de las partículas pueden ser peligrosas para la salud debido a su pequeño tamaño, indicó una experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a Efe.

Con anterioridad, el portavoz de este organismo, Daniel Epstein, había señalado que las personas con problemas respiratorios podrían verse afectadas si las cenizas descendían cerca de la superficie de la tierra y por eso aconsejó atender a las recomendaciones de las autorida-des locales.