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«Andere nahia»: voluntad, experiencia y energia colectivas en apoyo a mujeres emprendedoras

Crear su propia empresa no es algo sencillo y aún menos si se es mujer. Si además se pretende conciliar la vida personal y familiar con la profesional, la cosa se complica todavía más. La asociación Andere Nahia ha demostrado que se puede aplicar la ecuación persona, vida, empresa (en ese orden). Ya lo ha conseguido en el caso de 200 mujeres.

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Arantxa MANTEROLA

Animadas por lo que aprendieron en un cursillo para la creación de empresas donde coincidieron y, asimismo, por sus propias experiencias al poner en marcha sus respecivos proyectos empresariales, un grupo de mujeres de Ipar Euskal Herria decidía en 2002 constituir Andere Nahia con un objetivo claro: acompañar a las mujeres que desean crear su empleo en todas las fases de su proyecto empresarial, desde la creación a su consolidación y desarrollo y, si hiciese falta, incluso en el cierre de la empresa.

El contacto con la asociación se hace frecuentemente porque alguien ha oído algo o conoce su existencia pero, cada vez más, a través de las instituciones económicas -Polo de Empleo (INEM), Cámara de Comercio e Industria, Cámara de Oficios, Hemen, CLEFE...- que orientan a las mujeres emprendedoras hacia la asociación. «Con el tiempo hemos conseguido asentar una colaboración real con las instituciones. Hoy en día podemos decir que somos auténticos partenaires» manifiestan Pilar Artaloytia y Claire Lacave subrayando que «aunque seamos una pequeña estructura somos parte del tejido económico».

El hecho de que Andere Nahia ofrezca un acompañamiento original no es ajeno a ese reconocimiento oficial. Y es que algo faltaba en la cadena. La formación clásica y asesoramiento técnico existen pero hay infinidad de cuestiones, dudas y problemas que esas instancias no contemplan, máxime cuando la manera de abordar el proyecto es diferente a la convencional.

«Cuando un hombre se plantea llevar a cabo un proyecto empresarial, normalmente se centra en el mismo sin tener en cuenta otros aspectos más globales que, en el caso de las mujeres que acompañamos están muy presentes y lo condicionan hasta tal punto que pueden llegar a bloquear su iniciativa. Por eso es importante demostrar que se puede crear empresas con otra visión, que se puede trabajar de otro modo teniendo en cuenta la dimensión humana, familiar y personal» explican las dos portavoces.

«Pretendemos romper el aislamiento y la autocensura a la que se enfrentan muchas mujeres cuando se proponen crear su empresa o empleo y no saben cómo afrontar esos condicionantes. Nuestra idea es ofrecerle la solidaridad del colectivo en la creación y desarrollo de su propósito a través del intercambio de experiencias. Dicho de otro modo, que sepa que también nosotras hemos pasado por ahí y que se convenza de su potencial, de que si nosotras hemos podido ella también lo va a lograr» aseguran Pilar y Claire.

Por ello el arranque o desarrollo de los proyectos puede ser más lento que el habitual porque se trata de estudiarlos y madurarlos desde todos los aspectos que influirán en él y de informar, enseñar, apoyar y a veces hasta empujar a la mujer a dar el paso y lanzar su proyecto.

Evitar la precariedad

El objetivo último de la asociación es que la nueva actividad que va a crear la mujer no le depare más precariedad. «La creación de una empresa no debe ser un factor que las haga más frágiles ni a nivel profesional ni a nivel social» aseveran las representantes de Andere Nahia apostillando que el proyecto hay que madurarlo, evaluarlo, hacerlo creíble (no solamente ante las entidades financieras sino muchas veces en el propio entorno próximo de la mujer emprendedora) y, por supuesto, asegurarse de que sea rentable, lo que da una idea de la seriedad que ponen en el empeño.

Están convencidas de que Andere Nahia se ha convertido, a su nivel, en un «motor de la economía social y solidaria» en Ipar Euskal Herria. Un motor que quieren extender y compartir con otras estructuras paralelas de Hego Euskal Herria con las que están en contacto desde hace dos años. «El 18 de marzo celebramos unas jornadas transfronterizas en Ezpeleta en las que participaron 140 personas (también algunos hombres) de las que un tercio eran de Hegoalde. El modelo de Andere Nahia no existe allí y les pareció una experiencia interesante. Nuestra intención es consolidar la colaboración mutua y para ello ya hemos puesto en marcha un blog específico» manifiestan.

Una meta que, a buen seguro, alcanzarán porque, como dicen ellas, «además de conocimientos y experiencias personales queremos aportar sobre todo, energía, buen humor, ambición y positividad a todas las mujeres que quieren crear o desarrollar su propia empresa».

empresarias

han sido acompañadas por la asociación desde 2002. Andere Nahia cuenta con 50 miembros y un local en Ezpeleta. E-mail, anderenahia.asso.fr

Las empresas que acompañan se establecen en todos los sectores

Las mujeres a las que acompaña Andere Nahia tienen entre 35 y 45 años. Las empresas creadas por ellas son, en su gran mayoría, individuales y se sitúan en todos los sectores (servicios a la persona, comercio, traducción, pesca, apicultura, consultorías, producción audiovisual...).

El apoyo se realiza de manera individualizada pero también organizan reuniones temáticas, informativas y de intercambio. El trueque de experiencias abarca campos muy pragmáticos. Las más veteranas trasmiten consejos o tácticas de funcionamiento pero, a su vez, se benefician de trucos o fórmulas más frescas de las noveles. «Es un enriquecimiento mutuo». A.M.

Alrededor de 140 participantes se reunieron el 18 de marzo en las «jornadas transfronterizas».

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