Ni en sus mejores sueños hubiera imaginado Pablo Laso dar un paso tan contundente hacia la permanencia en un partido como el de ayer. Con el mejor equipo de Europa en frente, y la ausencia en sus filas de su jugador franquicia ¯Andy Panko¯ muchos mostraron durante la semana su conformidad si el equipo competía. Pero nada de eso. Con una intensidad pocas veces vista, y un soberbio David Doblas, el Gipuzkoa Basket hizo de la garra un factor diferencial para alejarse del precipicio y meter el centro de balanceo de su cuerpo en tierra firme.

Los donostiarras comenzaron el partido con un cuarto perfecto; sobre todo en defensa. Con un soberbio trabajo de Detrick sobre Mickael y de Uriz sobre Rubio, los de Pascual entraron en un bucle de auto-desactivación que les llevó a errar muchos balones. Todo ello fue aderezado por un enchufadísimo Doblas ¯ocho puntos en tres minutos¯, que se encargó de agujerear el aro catalán para dejar el luminoso en un gran 14-22.

Aún todos en Ilunbe esperaban alguna reacción de un equipo de la talla de este Barça. No obstante, el Lagun Aro siguió en sus trece; bregador en defensa, sin complejos para tirarse al suelo en la pelea, y muy activo en ataque. Los aficionados se frotaban los ojos para observar con nitidez los 15 puntos de distancia que lograron (31-16). Sólo Fran Vázquez y Pete Mickael, amén de algún solitario triple de Lakovic, lograban mantener en distancias asumibles al equipo de Pascual; 38-29 al descanso.

En la reanudación el Barça aumentó un grado su efectividad. Intensificaron su pelea, atinaron en los tiros, pero los de Laso continuaron respondiendo con un gran trabajo defensivo, y también un innegable acierto exterior. Los donostiarras, eso sí, acabaron el cuarto dando un bajón considerable, y la congoja se trasladó a las gradas con un justito 56-49.

Pero entonces, y cuando parecía que el pez grande volvería a aplicar la más injusta de las lógicas, la locura llegó a Ilunbe. Un gran último cuarto de Miralles y de Uriz finiquitó el partido, mientras una ola recorría las gradas del coso guipuzcoano para rendir tributo al equipo que acaricia ya el objetivo del año.