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Un año de la investidura de Patxi lópez

El Gobierno López no ha firmado ni un acuerdo con Madrid en un año

Mañana se cumple un año de la investidura de Patxi López y lo que el lehendakari está destacando de este periodo es que se ha dejado atrás «el tiempo de la confrontación permanente, del enfrentamiento para todo y de la crispación» tanto interna como con el Gobierno de España. Y el balance de este cambio de estrategia del Gabinete de Lakua, basado en la «colaboración» con Madrid, es que no ha conseguido firmar ni un solo acuerdo con el Ejecutivo de Zapatero.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Patxi López va a cumplir un año en Ajuria Enea. Fue investido lehendakari el 5 de mayo de 2009 gracias al PP y a UPD y tomó posesión del cargo dos días después en Gernika. Están siendo éstas, por tanto, jornadas de balances y entrevistas con aquellos medios a los que abre la puerta de su despacho.

En todas ellas, López destaca de este año que ha demostrado que «había otra forma de gobernar en este país». Que es posible hacer política «sin enfrentamientos entre todos y por todo y sin ser el punto de conflicto permanente con el Gobierno de España». Y añade: «Hemos comenzado a usar la política para resolver problemas de la ciudadanía, no para creárselos artificialmente».

Estas tres ideas de la consecución de acuerdos con otros partidos partidos, de la falta de confrontación permanente y crispación con Madrid, y de la puesta de la política al servicio de la resolución de problemas viene siendo el eje central de todas las intervenciones de López desde que comenzara 2010.

Mucha foto y ningún fruto

El 21 de mayo, recién llegado a Ajuria Enea, Patxi López recibió allí al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, para inaugurar una etapa de «normalidad democrática institucional», basada en la «colaboración» y no en «el conflicto que no beneficia a nadie». El lehendakari habló de «abandonar la política del `todo o nada'» en la reclamación de las transferencias pendientes y el vicepresidente tercero español prometió defender el «desarrollo leal y pleno del Estatuto de Gernika».

Ambos fecharon la transferencia de las políticas activas de empleo para el 1 de enero de 2010 y el resto «paso a paso». En setiembre se reunió la Comisión Bilateral de Cooperación y se crearon grupos de trabajo.

Resultado del cambio de estrategia negociadora de Lakua con Madrid: todavía no se ha cerrado ningún acuerdo sobre nada y la transferencia sobre políticas activas de empleo quedó condicionada por las negociaciones entre el PSOE y el PNV en el Congreso de los Diputados puenteando a Lakua.

Por no poder, el Gobierno de López ni siquiera pudo empezar la campaña de vacunación de la gripe A el 9 de noviembre, como quería, sino que hubo de retrasarla una semana para «armonizarse» con el resto de comunidades autonómicas.

A mediados de marzo, Lakua tuvo que pedir un crédito-puente de 600 millones de euros, porque el Consejo de Ministros no le había autorizado en los plazos que precisaba la posibilidad de emitir deuda pública.

El único compromiso del que Patxi López y Manuel Chaves dieron cuenta en su reunión de setiembre fue que Lakua y Madrid consultarían entre sí los proyectos de ley que redactaran para evitar litigios de constitucionalidad o competenciales. Meses después, este diario pudo comprobar en fuentes del Congreso de los Diputados que las leyes que el Gobierno español remitió a la Cámara seguían en su mayoría invadiendo competencias de la CAV.

Lo que sí puede decirse es que durante los últimos meses han pasado por la comunidad autonómica más cargos del Gobierno español que en legislaturas anteriores. En cinco semanas, entre enero y febrero, el lehendakari se fotografió con dos vicepresidentes y seis ministros. Fotos y mensajes de buena voluntad y «cooperación» es todo lo que dejaron antes de volver a Madrid.

Acuerdos con los partidos

Otro de los aspectos destacados por el lehendakari es el de haber alcanzado acuerdos con el PP y con el PNV. El esencial, sin duda, ha sido el primero de ellos, el acuerdo con el PP que le posibilitó la investidura y que convierte al partido de Antonio Basagoiti en socio prioritario del Ejecutivo con el que aprobará todas las leyes.

El acuerdo que se presenta como «con el PNV» es el de «estabilidad presupuestaria» que, en realidad, cuelga del pacto que los jeltzales alcanzaron con el PSOE en Madrid para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y que, como en años anteriores, tuvo su seguimiento en las Juntas Generales. Ese acuerdo es la excepción.

El modelo de relación entre partidos es el que puede observarse en la actualidad con motivo del plan «Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia»; y en la frialdad de trato que mantienen Patxi López e Iñigo Urkullu, aunque en ocasiones, como ayer, se crucen llamadas telefónicas.

Por lo demás, y pese a que el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, haya declarado que en el Parlamento se han hinchado a llegar a acuerdos con otros grupos, lo cierto es que la mayoría de las iniciativas han seguido una dinámica muy similar a la de legislaturas anteriores, donde también eran habituales las coincidencias en algunos planteamientos sectoriales y la división entre gobierno y oposición en las cuestiones esenciales.

Banderas y fiesta

En cuanto al uso de la política para resolver los problemas de la ciudadanía, no para crearlos artificialmente, y a la supuesta huida de los temas identitarios, cabe apuntar que la legislatura de Patxi López comenzó cambiando el mapa del tiempo de ETB por acuerdo con el PP; y ahora transita por una senda de conflicto con la oposición y el sector educativo por el llamado «plan de convivencia».

En medio, puede destacarse la crispación social que se generó en verano con la retirada de fotos de presos políticos y los choques habidos con algunos ayuntamientos. Llamativo resultó por ejemplo que el Departamento de Interior ordenara, en plena crisis, la compra de 48 banderas que costaban cada una más de 725 euros.

Y, finalmente, hay que tener en cuenta que, al margen de las presupuestarias, la ley más importante aprobada en el Parlamento en este año es la que declara festivo el 25 de octubre por ser el aniversario del referéndum del Estatuto.

«plan de convivencia»

López llamó ayer a Urkullu en respuesta al escrito del EBB y ambos acordaron crear comisiones del Gobierno y del PNV para ver si pueden consensuar el plan «Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia».

Las «piras» a las clases de euskara

En una reciente entrevista, le preguntaron al lehendakari qué tal iban sus clases de euskara y respondió: «Lo estoy estudiando, lo estoy estudiando. Yo es que soy de la Margen Izquierda, una zona donde no se ha hablado euskera nunca [Dato que resulta a todas luces incierto]. Y el euskera es complicado. Además, hago muchas piras (`pellas´) [ríe]». Aralar le recordó hace unos días que «pagamos entre todos sus clases», (que, por cierto, cuestan 36.000 euros al año) y solicitó su comparecencia en la Cámara. También el PNV le ha pedido explicaciones sobre esta actitud. De ello tendrá que responder ante el Pleno del Parlamento el próximo viernes.

I.I.

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