La jornada de ayer fue un perfecto exponente de cómo viene siendo la realidad mediática desde hace un año. Por un lado, en los medios mayoritarios de nuestro ecosistema periodístico -todos ellos unionistas- continuaron los reportajes de alabanza y las entrevistas de guante blanco al lehendakari, con motivo del primer aniversario de la ocupación de Ajuria Enea. Por otro lado, un titular falso de uno de esos periódicos dominantes abrió una cacería -a la que se sumó el propio Patxi López- contra un dirigente abertzale y toda una forma de entender este país.

Hay un hecho inicial: el reciente informe de Standard & Poor's recoge textualmente que la economía vasca «se verá afectada por el escaso dinamismo de la economía nacional (Reino de España-AA/ perspectiva Negativa-)». Y añade que las perspectivas mejorarían «si la economía regional pasa a presentar un comportamiento económico y presupuestario claramente diferenciado respecto del soberano [el Estado]»

Ante esto, se dio una interpretación legítima. El domingo, el presidente del GBB y portavoz del PNV en el Parlamento autonómico, Joseba Egibar, llamó la atención en un mitin sobre estos informes. Y a la vista de que un tercio de lo que producen las empresas vascas se vende a España, Egibar invitó a dichas empresas a buscar otros mercados. Los presentes y varios periodistas entendieron que era para no dejarse arrastrar en la caída de la economía española.

Sin embargo, «El Correo» titulaba ayer en su primera página con un «Egibar pide a las empresas vascas que no vendan en España porque `es un lastre'».

Entre las palabras de Egibar y el titular de «El Correo» hay todo un salto mortal, que el PNV atribuyó en una nota a «tergiversaciones malintencionadas con el objeto de crear polémicas que puedan encubrir las carencias de PSE y PP». Recordaba, además, que no es la primera vez que ocurre,

Fuera redactado con la intención que fuera, lo cierto es que medios, políticos y empresarios reaccionaron ayer al titular de «El Correo» y no a las palabras de Egibar y, menos aún, a la evidencia que desnudaba el informe de Standard & Poor's. Se trató de toda una ciclogénesis explosiva mediático-política.

Patxi López respondió a la Ser que «era un despropósito» inaugurando la cascada de improperios que cayeron sobre Egibar. El portavoz del PSE en JJGG de Gipuzkoa, Julio Astudillo, le tachó de «insensato». El secretario general del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, le acusó de decir «majaderías con tal de sacar algún voto batasuno» y de «ignorar completamente la realidad».

La tormenta mediática pasará, pero la evidencia de que la economía española es un lastre para la vasca perdurará. Y, ante ello, lo que el Gobierno de Patxi López ofrece es que «deberíamos preocuparnos para que la economía española fuera bien porque la sociedad vasca quiere implicarse en salir adelante de la crisis económica».

Una apuesta similar a la de no confrontar con Madrid sino buscar la colaboración, lo que en el terreno político-institucional ha quedado reflejado en que el Ejecutivo de Lakua es hoy en día una sucursal del Gobierno español, sin que por ello la CAV haya obtenido ningún resultado positivo.