Tras tres meses secos, vuelve el tiempo «invernal» y las alertas por tormentas
Ya lo dice el refrán, que hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Caída notable de temperaturas, fuertes chaparrones y nieve en las cimas de montaña. Después de tres meses secos, mayo arranca con alertas y seguirá con lluvia, al menos hasta el fin de semana.
Joseba VIVANCO |
Estamos en plena primavera, pero los modelos meteorológicos «están de invierno» como afirman algunos aficionados. De momento, todo indica que al menos hasta el fin de semana seguirá lloviendo y se mantendrán las temperaturas más bajas de lo que abril nos había mal acostumbrado. El problema es que de la llovizna del fin de semana hemos pasado al chubasco, o, como diría el malogrado meteorológo catalán Antonio Naya, hemos pasado del «chip, chip, chip» al «chop, chop, chop». Y no se descarta que tras unos meses «secos», esta semana tengamos que volver a vigilar los ríos y arroyos.
La Agencia Estatal de Meteorología Aemet ya incluyó el sábado un aviso por precipitaciones superiores a 40 litros por metro cuadrado en 12 horas para estas próximas jornadas. Incluso activó ayer en Nafarroa la alerta por lluvia y nieve -el domingo, en Erremendia el termómetro llegó a marcar -1º-, y para Bizkaia y Gipuzkoa la de lluvia.
Por contra, Euskalmet no incluyó -a pesar de las previsiones que había desde el fin de semana- aviso alguno de fuertes lluvias hasta poco después de las 11.00 de ayer. «Me juego a que mañana, siempre por detrás de Aemet, empiezan los tímidos avisos de meteorología adversa si ven que llueve mucho, o les achuchan por detrás», criticaba, el domingo en su blog, a la agencia vasca el presidente de la asociación meteorológica Amillena, Joseba Areitio.
Ayer, Euskalmet elevó ese nivel de alerta al amarillo por nieve. Y es que, además de la lluvia a la vista, también se anuncia precipitación blanca para hoy a partir de los 700-900 metros. Ayer, los primeros copos ya se dejaron ver y cimas como Gorbea seguro que hoy vuelven a aparecer nevadas.
Fallaron los pronósticos
Una vuelta al tiempo invernal que llega tras un febrero más bien seco, un marzo parecido y un abril que, según algunos datos, ha sido en nuestro entorno el más falto de lluvia de los últimos treinta años.
En Donostia, la precipitación mensual media en abril es de 115 litros por metro cuadrado, cuando lo caído apenas ha superado los 50; en Bilbo, la media situada en 101 ha visto cómo este abril apenas dejaba 38 litros. En Iruñea, por ejemplo, las tormentas del jueves pasado dejaron el triple de agua de la caída durante todo abril.
Curiosamente, este tiempo seco ha dado al traste con los pronósticos que se habían hecho semanas atrás. A mediados de marzo, Euskalmet anunciaba una primavera en la CAV «algo más fría y con precipitaciones algo superiores a lo normal, pero, en general, sin anomalías destacables» y apuntaba a que abril y junio podrían ser los meses con más precipitaciones, mientras que el de mayo «se comportaría dentro de los parámetros normales». Como se ve, el pronóstico erró de lleno al menos con abril.
De momento, el mes de mayo comienza con lluvias que durarán hasta el fin de semana y hoy la ropa de invierno recobrará su protagonismo desde el fondo del armario. ¿Cómo será mayo? Por lo visto, será mejor dudar de las predicciones a medio-largo plazo de los modelos meteorológicos.
El pasado año se caracterizó en Euskal Herria por ser normal o algo inferior en cuanto a precipitaciones, tomando como referencia el periodo 1971-2000. Aun así, en estaciones como Igeldo se superó esa media.
Hasta ahora se pensaba que hechos como las lluvias de 1983 que inundaron Bilbo podían ocurrir cada 500 años a lo sumo, pero un nuevo modelo estadístico del físico de la UPV-EHU Alejandro Fernández indica que podría ocurrir, de media, una vez cada 250 años.
La asociación meteorológica Amillena ha vuelto a denunciar la inoperancia del costoso radar detector de tormentas en el monte Kapildui. Desde hace tiempo no detecta reflectividades, es decir, no observa bien las precipitaciones.
La aridez -relación entre evapotranspiración y precipitación- se viene incrementando desde la década de los sesenta del siglo pasado en el sector central de la Península Ibérica, dentro del que se encuadra Hego Euskal Herria. Así lo atestigua el profesor de la UPV-EHU Javier Loidi, coordinador del proyecto K-Egoitzen sobre cambio climático. Regionalmente, según sus análisis, la aridez se ha incrementado en el periodo 1991-2007 en relación con el periodo 1961-1990; es decir, la humedad disponible ha disminuido. En base a los mismos datos obtenidos en este proyecto, la probabilidad de que ocurra un trimestre extremadamente seco y cálido se ha disparado desde 1990, doblándose, según los datos obtenidos en la estación de Igeldo, y cuatriplicándose, según la navarra de Sartaguda. Esta tendencia, según el profesor Loidi, del Departamento de Biología Vegetal y Ecología, podría tener efectos negativos como la pérdida de diversidad de plantas, pero también en el aumento del riesgo de incendios, como en el caso del territorio alavés. J.V.
