Primero de mayo en París. CGT, CFDT, UNSA, Solidaires, FO, FSU, CNT, UNEF y UNL a favor de la edad de jubilación a los 60 año... Comunistas turcos tiñen de rojo la Plaza de la República. A escasos metros, globos amarillos, rojos y verdes con la foto del líder kurdo Öcalan. Tigres tamiles denuncian la represión de Sri-Lanka.

Mujeres palestinas lanzan un `zaghareet'. Eslóganes contra el bloqueo a Gaza. Boikot a Israel. Manifestantes con el retrato de Salah Hamouri, el joven de origen franco palestino que lleva 5 años en prisión tras haber sido condenado, sin pruebas, a 14 años de cárcel por un tribunal militar israelí.

Saharauis a favor de un Sahara libre. Vietnamitas exigiendo justicia para las víctimas del gas naranja. Solidarias y feministas denuncian las agresiones sufridas por las trabajadoras de Hassi Messaoud (villa petrolera argelina).

Peruanos, chilenas, iraníes, venezolanos, cubanas, portugueses, malgaches, angoleños... reclamando derechos sociales, libertad, justicia, verdad y reparación. Los pueblos indígenas apoyan la revolución bolivariana.

Justicia para Yvan Colonna, solidaridad con las presas y presos políticos vascos, y con Mumia Abu-Jamal. Libertad para los cinco cubanos presos en las cárceles de EEUU.

Desde la plaza de la República hasta Havre Caumartin, las y los trabajadores sin papeles son más numerosos y visibles que nunca.

Brahim Bouarram permanece en nuestros corazones. Y un recuerdo para Meryem Mehdi, trabajadora argelina de British Gas que cumplió 80 días de huelga de hambre denunciando la explotación y discriminación a la que la sometía la multinacional establecida en Argelia.