El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, demandó ayer que un órgano independiente fije un plazo para la eliminación de todas las armas nucleares y pidió también la suspensión de EEUU de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el organismo de la ONU encargado de la supervisión y la regulación de las actividades nucleares en el mundo, por ser el único país que ha empleado una bomba atómica.

Durante su discurso ayer ante la Conferencia de Revisión sobre el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), en la sede de la ONU en Nueva York, y como parte de una reforma del TNP, solicitó «la creación de un grupo internacional independiente, con autoridad sobre la conferencia, que debería fijar un plazo para la eliminación total de las armas nucleares, con un calendario preciso».

Además, instó a que los países que han utilizado armas nucleares o amenazan con hacerlo deben ser castigados y suspendidos de la Junta de Gobierno de la OIEA, una afirmación con la que parecía referirse a la nueva estrategia nuclear que publicó EEUU el mes pasado.

«¿Cómo EEUU puede ser miembros de la Junta de Gobernadores cuando ha utilizado armas atómicas contra Japón?», preguntó Ahmadineyad, quien también acusó a Washington de utilizar armas con uranio empobrecido durante la guerra de Irak. Consideró que «cualquier amenaza de usar armas nucleares o de atacar instalaciones nucleares pacíficas es un atentado contra la paz y la seguridad internacionales».

Denunció el doble rasero de Occidente en asuntos de desarme nuclear y acusó a Israel de tener «cientos de cabezas nucleares» que amenazan a los pueblos de la región.

Las críticas de Ahmadineyad, el único jefe de Estado asistente a la Conferencia, se dirigieron también hacia el Consejo de Seguridad de la ONU, al que acusó de «injusto e ineficiente» y de «estar al servicio de los intereses de los estados con armamento nuclear».

Delegaciones occidentales, con EEUU, Gran Bretaña y el Estado francés a la cabeza, abandonaron la sala cuando el presidente iraní pronunció una diatriba contra los países poseedores de armas nucleares,a los que acusó de amenazar a quienes no las tienen.