Los tres socios de Tabakalera se reunirán este mediodía en Donostia para intentar llegar a un acuerdo sobre el futuro del centro. Esta reunión será la primera que se celebre tras la crisis abierta por Odón Elorza, quien el pasado domingo se descolgó con unas declaraciones en un medio guipuzcoano en las que pedía una moratoria en la obras de rehabilitación de la antigua fábrica de tabacos debido a la crisis económica. Paradójicamente, ayer mismo el Boletín Oficial de Gipuzkoa (BOG) publicaba la adjudicación definitiva de la primera parte de esas mismas obras; en concreto, se trata de la demolición del edificio-almacén y el desmantelamiento del edificio principal. Dichos trabajos, por lo tanto, dependerán del acuerdo que las partes interesadas alcancen hoy.

La empresa Lurgoien debía ser la adjudicataria de esta parte de las obras, que costarían 276.857 euros y se ejecutarían en un plazo de 20 semanas. Asimismo, se hizo pública la adjudicación de las pólizas de seguros, que deberían tener un coste de 387.044 euros.

En la reunión, que se celebrará este mediodía en Tabakalera, se encontrarán frente a frente el alcalde de la ciudad, Odón Elorza; la diputada de Cultura, María Jesús Aranburu; y la consejera de Cultura, Blanca Urgell. El primero defiende que se atrase el inicio de la rehabilitación del centro al menos durante tres años, mientras que tanto Aranburu como Urgell se muestran más prudentes y, en el caso de la diputada, apuesta claramente por el mantenimiento del proyecto cultural, hasta ahora «primordial» para el alcalde.

Las declaraciones de Elorza han pillado por sorpresa a sus socios, bien por el modo en que las realizó, o bien por el momento elegido para efectuarlas, a falta de dos semanas para el cierre definitivo del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. La propia Aranburu ha declarado que «sabíamos a lo que nos estábamos enfrentando», refiriéndose a la decisión in extremis del alcalde donostiarra. Quien hasta el momento no se había pronunciado, el director de Tabakalera, Joxean Muñoz, salió ayer al paso de las informaciones publicadas durante los últimos días.

Las fechas estaban acordadas

En un documento, Muñoz matizaba que «el costo total de la obra no ha variado desde el concurso de arquitectura», datado en 2008: «Por tanto, las tres instituciones conocían perfectamente el monto total de la obra, y se habían pactado los ritmos y modos de financiación». Añadía que tanto el alcalde de la ciudad, como los miembros de la comisión ejecutiva de Tabakalera «han recibido borradores de Plan de Negocio y de la previsión de gastos e ingresos para Tabakalera». El último de ellos, detallaba, fue entregado el pasado 27 de abril.

Respecto a la fecha de cierre, y las posteriores obras, Muñoz declaraba: «Me siento obligado a asegurar que en todo momento se trabaja con el acuerdo de los representantes del consejo de administración, y aclarar, por tanto, que tanto la fecha de cierre de la fábrica y de inicio de obras [...] se habían discutido y admitido en la comisión ejecutiva».

Para finalizar con el comunicado, dejaba claro que la pelota está en el tejado de las tres partes involucradas y «es a ellos a quien compete ahora tomar una decisión sobre el futuro inmediato de Tabakalera, y sobre la continuidad del proyecto». «Quiero destacar -prosiguió-, que este es un proceso de negociación y de búsqueda de acuerdos».