Después de 16 años de aquel «Manifiesto de ELA y LAB» de febrero de 1994 en el que las dos centrales sindicales hacían «un llamamiento a los trabajadores, a los ciudadanos y a las organizaciones que luchan por el derecho de Euskal Herria a decidir su futuro, a participar en una manifestación «Por el Marco Vasco de Relaciones Laborales»», la mayoría sindical vasca renovó ayer esa declaración y llamó a una manifestación nacional el próximo 12 de junio en Bilbo.

ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru consideran que es «el momento de dar una respuesta decidida a las agresiones que los trabajadores estamos sufriendo». Por eso, llamaron a participar en la huelga del 25 de mayo en el sector público y a salir también a la calle el 12 de junio en defensa del Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Prestación Social bajo el lema «¡Basta de recortes! Euskal Langileok geure etorkizunaren jabe».

Adolfo Muñoz, «Txiki» (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB), Josu Balmaseda (ESK), Belén Arrondo (STEE-EILAS), Estitxu Ugarte (Hiru) e Iñaki Lazarobazter (EHNE) manifestaron que los objetivos que se persiguen son «rechazar y exigir la retirada inmediata tanto de las medidas antisociales anunciadas por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la pasada semana, como de las reformas del mercado laboral, de las pensiones y de la negociación colectiva». A la vez, reclama a las instituciones presentes en Hego Euskal Herria «un cambio de políticas en la dirección de las demandas contenidas en el decálogo sindical, avalado por 132.000 firmas».

En el mismo, entre otras medidas, se reclaman acciones urgentes para luchar contra la crisis como el mantenimiento y la garantía del empleo de calidad; la igualdad de la condiciones laborales; el aumento de las prestaciones sociales para responder al incremento del paro y de la pobreza; una política fiscal justa y progresiva que contribuya al reparto equitativo de la riqueza, a la vez que piden el aumento del gasto público en Sanidad y Educación.

También remarcan la necesidad de dar cobertura a todas las situaciones de dependencia, de dar un impulso al sector público como motor de desarrollo y, entre otras iniciativas, impulsar el Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Protección Social con el objetivo «de dotarnos de legislación propia en materia de empleo, negociación colectiva blindada de injerencias y una legislación laboral y social propia, de manera que nos permita adoptar entre otras acciones la reducción de la jornada, la eliminación de las horas extras, adelantar la edad de jubilación, políticas efectivas de empleo, mejorar el sistema de pensiones y dignificar los salarios».

Asimismo los máximos representantes de ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru interpelaron a las instituciones «para que se posicionen públicamente sobre estas reivindi- caciones» e instaron a «los partidos políticos vascos, que cuentan con representación en los ámbitos legislativos oportunos para que sus representantes se opongan con su voto a cuantas reformas contra la clase trabajadora puedan promulgarse».

Belén Arrondo y Estitxu Ugarte, de Hiru, hicieron un repaso de este año desde la convocatoria de la huelga general del 21 de mayo de 2009 en el que la mayoría sindical recordó que si las políticas que se estaban practicando no daban un giro de 180 grados «vendrían los ajustes, como así ha sido», indicó Arrondo. Ugarte añadió que, ante la incapacidad del Gobierno español, «éste ha optado por el camino más corto con medidas antisociales, que afectan a la clase trabajadora y a los pensionistas, que somos los que en realidad estamos pagando la crisis».

A la calle

Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, señaló que los trabajadores y los ciudadanos «volvemos a salir a la calle en contra de los recortes en el sector público y de las condiciones laborales para hacer lo que han dejado de hacer los gobiernos, como es la defensa del modelo público» y llamó a los trabajadores «a implicarse» porque «hay alternativa a esta situación de recortes sociales y laborales».

Adolfo Muñoz,«Txiki», advirtió de que lo que está ocurriendo en el Estado español es un «escándalo» y denunció que «a la banca se le da todo y a los perjudicados por la crisis se nos quita». El secretario general de ELA denunció «la pleitesía que los gobiernos están rindiendo a los poderosos» y destacó que se puede salir de la crisis económica si se actúa en materia fiscal. «Si la presión fiscal en el Estado español se situara en la media de la UE, los ingresos aumentarían en 93.000 millones, cuando el recorte que ha planteado Zapatero a los empleados públicos significa 4.000 millones y el coste anual del desempleo llega a los 16.000 millones. En Hego Euskal Herria se recaudarían 6.000 millones más. Si se quiere se puede salir de la crisis, pero no quieren tocar a los poderosos. Ahí está el conflicto».