NBA
Un bocado de realidad para Los Angeles Lakers
Phoenix Suns acortó distancias al llevarse el tercer partido de la final del Oeste gracias a una espectacular actuación del ala pívot Amare Stoudemire.
Izkander FERNÁNDEZ
El espectacular arranque de Los Angeles Lakers y Boston Celtics hacían presagiar otra final entre las franquicias más míticas del mundo del baloncesto profesional estadounidense. Pero Boston pudo seguir adelante en el tercer partido y Los Angeles tropezó en el US Airways Center de Phoenix (Arizona) por 118-109.
Amare Stoudemire fue el líder de los Suns con 42 puntos y once rebotes. El ala pívot de los de Phoenix impuso su ley en el juego interior gracias a la ayuda del pívot Robin López, que sumó veinte tantos y capturó tres rebotes. Steve Nash tuvo una discreta actuación de cara a canasta pero repartió la friolera de quince asistencias.
El juego interior de los Lakers se resintió en exceso por culpa del maltrecho estado físico de Andrew Bynum que disputó algo menos de ocho minutos para anotar dos puntos. Pau Gasol, bastante solo ante la escasa implicación de Lamar Odom, no fue suficiente para parar a Stoudemire o a López. Kobe Bryant fue a lo suyo y rozó el triple doble con 36 puntos, nueve rebotes y 11 asistencias.
El principal acierto ofensivo de los Suns estuvo en el bloqueo y continuación que los Lakers frenaron en los dos primeros partidos y que tanto éxitos dieron a los de Phoenix en la temporada regular.
En esta ocasión, tercer partido y primero en casa, Nash y Stoudemire volvieron a reencontrarse con el filón. Cuando Phil Jackson, entrenador jefe de los Lakers trataba de ajustar en defensa para sobreponerse a la efectividad de Nash y Stoudemire en el pick n' roll, los Suns movían la bola con solvencia y encontraban segundas jugadas con canastas fáciles para López.
El cinco de Phoenix fue una pesadilla para la defensa de Los Angeles y también creó un pequeño altercado al golpear la cabeza de Derek Fisher con un codo. Afortunadamente no pasó del conato de tangana.
Pero los aciertos de Alvin Gentry no sólo llegaron por la vía ofensiva. Phoenix ahogó a los Lakers desde el segundo cuarto con una agresiva defensa zonal que obligó a los californianos a buscarse las alubias desde el exterior. Los errores en el tiro de Los Angeles hicieron el resto y Phoenix vive para contarlo gracias al 2-1 del global de la eliminatoria donde el cuarto partido se antoja clave.
Kobe, enchufado.
Si bien el partido se lo llevaron los Suns, durante los primeros doce minutos la vida parecía seguir igual para ambos conjuntos. Los Lakers buscaron con éxito el equilibrio entre el juego de dentro y el de fuera. Así, un espectacular Bryant (quince tantos en el primer cuarto), apoyado a la perfección por Gasol en la pintura, daban una mínima ventaja a los angelinos (32-29).
Pero la tenacidad defensiva de los Suns y la facilidad para llegar a canasta de Stoudemire pusieron las cosas en su sitio en el segundo cuarto con Phoenix por delante por 54-47.
Los problemas de faltas de los hombres altos de los Lakers no arrugaron a los de Jackson, que en el tercer cuarto sacaron la cabeza como pudieron para mantenerse a flote (86-84).
Entonces apareció Nash para alargar las posesiones al máximo y buscar con acierto a Stoudemire. La defensa de los de Arizona se encarnizó y los Lakers fallaron hasta que los Suns lograron más de diez puntos de ventaja a poco más de un minuto para el final. El partido había acabado y la clave pasaba a la siguiente entrega de la serie.
Phoenix Suns parece tenerlo difícil ya que las estadísticas dicen que Los Angeles Lakers únicamente han caído en una ocasión en los playoffs de la NBA cuando han logrado adelantarse en el marcador por 2-0.
Los Boston Celtics tienen muchísimas posibilidades de alcanzar la finalísima de la competición ya que nunca antes una franquicia ha logrado remontar una eliminatoria tras sufrir un 3-0 en su contra.
Los Lakers jugaron el tercer partido de su eliminatoria con los ojos puestos en unos intratables Boston Celtics que, 24 horas antes, habían asestado un golpe importantísimo a la final del Este. Derrotaron en casa a Orlando Magic por un rotundo 94-71 para llevarse el tercer punto de la eliminatoria. El 3-0 los coloca a un suspiro de la final absoluta a falta de cuatro partidos, dos de ellos en su cancha. Desde estas mismas páginas se ha criticado la falta de plantilla y plan b de unos Celtics que parecían condenados a los cheques que Danny Ainge utilizó para fichar a Kevin Garnett y a Ray Allen hace dos temporadas. Pero tras una temporada regular algo ruinosa, el gran tridente ha comenzado a acumular buenas actuaciones y Rajon Rondo y otros jugadores han jugado a niveles casi desconocidos en sus carreras. Boston se deshizo de Miami en 5 partidos, de Cleveland en 6 y puede que de Orlando por la vía rápida. I.F.