Andy Murray fue el encargado de desterrar de Roland Garros a Richard Gasquet, que venía de ganar el domingo el torneo de Niza, al derrotarle por 4-6, 6-7 (5), 6-4, 6-2 y 6-1 en su partido de primera ronda.

Tocado en el muslo izquierdo, agotado por el calor, después de un tormento de cuatro horas y cuatro minutos, con 30 grados centígrados de temperatura, Gasquet, la mejor esperanza del tenis francés este año, se fue de París hundido físicamente. «No puedo más, no puedo más», se leía en sus labios, mientras le suministraban una pastilla al final del tercer set que apenas masticó y que escupió después. Un largo masaje en el muslo izquierdo le permitió seguir adelante, pero Murray ya se sabía ganador y combinó dejadas y globos para destrozarle y apuntillar su victoria con el decimoséptimo ace al que ni siquiera hizo ademán de restar Gasquet.

Roger Federer, defensor del título, y Serena Williams, número uno del mundo, no dejaron dudas en su debut. El suizo machacó a Peter Luczak, 6-4, 6-1 y 6-2, cometiendo solamente once errores no forzados, y cediendo 14 de los 64 puntos de su servicio, con una sola posibilidad de rotura en todo el encuentro. «Siempre es importante, cuando se trata de defender un título, tener un buen comienzo», dijo el número uno mundial.

Serena, ganadora en 2002, utilizó su agresividad y su servicio (diez directos), para doblegar a la suiza Stefanie Voegele, por 7-6 (2) y 6-2. También avanzaron Wozniacki (3), Li (11), Dementieva (5), Safina (24) y Jankovic (4).