Un agente de la Guardia Civil insistió ayer en la Audiencia Nacional española en que Mattin Sarasola «confesó con todas las garantías», durante la incomunicación en manos de este cuerpo, un intento de atentado contra la zona comercial Azca de Madrid.

Además de su supuesta participación, Sarasola habría inculpado a los también lesakarras Igor Portu, Mikel San Sebastián y Joseba Iturbide del intento de atentado en esta zona comercial, que, como subrayó el agente, «sólo» conocen por el testimonio del lesakarra. Los cuatro jóvenes son juzgados bajo esta acusación desde ayer en el tribunal especial.

Sarasola, arrestado en enero de 2008 por agentes de la Guardia Civil, denunció duras torturas ante el juez Fernando Grande-Marlaska. Este relato, además, coincidió con el testimonio narrado por Igor Portu, arrestado junto a Sarasola y que pocas horas después ingresó de gravedad en la UCI del Hospital Donostia. Ambos relataron que fueron torturados en un bosque y un río cercano desde el mismo momento de la detención.

Diez agentes imputados

El propio juez Grande-Marlaska admitió esta coincidencia en su auto judicial y decretó el envío del testimonio de Sarasola al Juzgado de Donostia, donde se investigan los malos tratos denunciados y por lo que diez guardias civiles siguen imputados.

La Fiscalía de Gipuzkoa, que hizo público en febrero su escrito de acusación provisional, acusa de torturas a cuatro de los guardias civiles e imputa una falta de lesiones a otros seis agentes.

En la vista que tuvo lugar ayer, Joseba Iturbide fue expulsado de la sala durante diez minutos. La razón esgrimida para ello por el presidente de la sala, Javier Gómez Bermudez, fue que desobedecía al tribunal especial al dirigirse reiteradamente a sus allegados que se encontraban entre el público de la sala.