GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Al descubierto las opacas cuentas del Museo

El Tribunal de Cuentas critica el descontrol en la gestión económica del Guggenheim

El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas dio a conocer ayer el informe fiscal 1999-2007 sobre el museo Guggenheim de Bilbo. Entre múltiples irregularidades, destapa la falta de control con la que se han llevado las contrataciones, tanto de empleados como de adquisición de exposiciones u obras de arte. Señala, además, que la Tenedora hizo compras por 20 millones de euros sin identificar quién las autorizó, o que «se han sustituido o arrancado hojas» de las cuentas anuales.

p002_f01_234x156.jpg

A. A. | BILBO

El desfalco próximo al medio millón de euros por parte del que fuera director financiero del museo Guggenheim de Bilbo, Roberto Cearsolo -condenado a 21 meses de prisión por «apropiación indebida» y a otros 21 por otro «delito continuado de falsedad en documento mercantil»-, abría la vía a la investigación de múltiples operaciones sujetas a sospecha ante la falta de un control real. Finalmente, de la sospecha y el rumor, un extenso informe de fiscalización realizado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas materializa en evidencias las presuntas irregularidades.

El informe analiza la Tenedora (Tenedora Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Bilbao, SL), la Inmobiliaria y la Fundación de la pinacoteca bilbaina. Los informes sobre la Fundación y la Tenedora se han aprobado por la mayoría de los miembros del Pleno, con un voto particular de discrepancia de dos de ellos y un voto particular de tres de ellos. El de la inmobiliaria se ha aprobado por unanimidad.

El órgano fiscalizador ha detectado numerosas operaciones tanto en la Sociedad Tenedora como en la Inmobiliaria, la que gestiona los inmuebles propiedad del museo bilbaino, firmadas por el entonces director de Administración y Finanzas de la Fundación, Roberto Cearsolo, sin estar autorizado para ello.

Se destaca que la Tenedora no ha cumplido la normativa legal que regula su actividad económica-financiera y «no ha dispuesto de mecanismos eficaces de control interno, al centralizarse la gestión y el control financiero, contable y económico, y la custodia directa de la documentación y libros contables en una misma persona». Además, añade que «esta falta de control interno se ha acompañado de una falta de control externo, al no someterse la Tenedora a auditoria de cuentas en los ejercicios 1999-2006».

En cuanto a la Fundación se refiere, destaca que, en el periodo de 1999 a 2001, no se ha podido comprobar que se hayan respetado los principios de igualdad, merito y capacidad en el proceso de contratación de 20 personas, ni se ha podido disponer de los expedientes de contratación de bienes y servicios tramitados durante el mismo. «La empresa aporta en algunos casos un informe final de los procesos seguidos proponiendo una lista final de candidatos, pero no acompaña la documentación que justifique o soporte la inclusión o no de los aspirantes como candidatos preseleccionados; en otros casos aporta solamente la lista de candidatos propuestos, y en otros únicamente presenta a la persona que finalmente es contratada».

En cuanto a la contratación de bienes y servicios, el informe destaca que no se ha podido verificar si las contrataciones efectuadas en el periodo 1999 a 2001 se han adecuado a la legalidad aplicable, al no haber podido disponer de los expedientes de contratación efectuados en dicho periodo.

En las irregulares detectadas a la inmobiliaria, señala que en 2007 adquirió una parcela de terreno por importe de más de un millón de euros (IVA excluido) sin que constara un análisis de alternativas y sin proceder a la tasación de los suelos adquiridos. Además, en siete expedientes de contratación analizados por un importe total de adjudicación de 3.922.000 de euros, se han detectado deficiencias como que en dos expedientes, uno de ellos adjudicado en 2007 por 97 mil euros y otro en el año 2000 por 235 mil euros, no hay documentación de los adjudicatarios. En ninguno de los cuatro expedientes adjudicados por 3.398.000 euros, en los que se ha recibido más de una oferta hay documentación de los licitadores que no han resultado adjudicatarios, lo que impide la fiscalización de las adjudicaciones.

El informe del TVCP arremete, a su vez, contra las irregularidades cometidas por la Tenedora en las contrataciones y las adquisiciones de obras de arte. En la convocatoria de un concurso para el proyecto de intervención artística por el que se abonan 30 mil dólares a los tres artistas presentados y 300 mil dólares al artista ganador, no se siguió la metodología establecida en el Plan de actuación 2004-2007. Esta misma circunstancia se produce en el caso de los contratos firmados con doce artistas para la exposición «Cada uno a su gusto» por 117 mil euros.

Por su parte, el expediente relativo a la redacción del proyecto, dirección y ejecución de una intervención artística en el puente de la Salve, adjudicado en 2007 por 1.423.000 euros no contiene documentación de la otra oferta presentada al concurso.

No autorizadas y por teléfono

Durante los ejercicios de 1999 a 2007, el Tribunal apunta que no ha sido posible comprobar quién fue la persona que autorizó operaciones de compra al contado de millones de dólares, entre otras operaciones, ya que «según la entidad financiera, se han efectuado telefónicamente». Añade que en 2003, la Tenedora aceptó la cesión por la Fundación de dos operaciones de opciones de divisas, suscrita por la misma persona que representa a las dos partes, que le supuso a la Tenedora asumir pérdidas en beneficio de la Fundación.

La opacidad de las actividades realizadas queda en evidencia en lo que se refiere a la presentación de cuentas anuales. «Se han sustituido y arrancado hojas de los Libros Diario y Mayor de los ejercicios 1999, 2004, 2005 y 2006 y se han eliminado asientos de los libros legalizados y realizado otros informáticamente», señala. Las cuentas anuales del ejercicio 2007 de la Tenedora fueron reformuladas por los Administradores, con el fin de incorporar los efectos contables derivados de las detracciones de fondos de las cuentas bancarias de la Tenedora puestas de manifiesto y mayoritariamente reconocidas por el Director de Administración y Finanzas de la Fundación que tuvieron lugar en ejercicios anteriores.

TERRENOS

La Inmobiliaria adquirió en 2007 una parcela de terreno por importe de más de un millón de euros (IVA excluido) sin que constara un análisis de alternativas y sin proceder a la tasación de los suelos adquiridos.

convocatorias

En la convocatoria de un concurso para el proyecto de intervención artística, por el que se abonan 30 mil dólares a los tres artistas presentados y 300 mil dólares al artista ganador, no se siguió la metodología establecida en el Plan de actuación 2004-2007.

CONTRATACIONES

No se ha podido comprobar que se hayan respetado los principios de igualdad, mérito y capacidad en el proceso de contratación de 20 personas, ni disponer de los expedientes de contratación de bienes y servicios tramitados durante 1999-01.

DIRECTOR GENERAL

Mientras que la consejera de Cultura presentó en abril un informe señalando que Vidarte «no tenía poderes» para gestionar contratos de compra de dólares, la Diputación vizcaina presentó otro señalando que «no se extralimitó en sus funciones».

PÉRDIDAS

Según el TVCP, la Tenedora aceptó la cesión por la Fundación de dos operaciones de opciones de divisas, suscrita por la misma persona, que le supuso a la Tenedora asumir unas pérdidas de 800.000 euros, en beneficio de la Fundación.

Juan Ignacio Vidarte, un director general en el ojo del huracán

Al margen de las irregularidades, ya conocidas y juzgadas, atribuidas al director financiero del Guggenheim Bilbao, Roberto Cearsolo, son muchos más los puntos sorprendentes que el informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas recoge. En su capítulo segundo, «Opinión sobre el cumplimiento de la legalidad», en el apartado de «Otros», resalta en su punto cuarto que «el 15 de diciembre de 2003, la Tenedora aceptó la cesión por la Fundación de dos operaciones de opciones de divisas por importe de 1.500.000 dólares cada una». Y prosigue, «esta cesión, suscrita por la misma persona que representa a las dos partes -apoderado de la Tenedora y Director General de la Fundación- [se refieren a Juan Ignacio Vidarte] le supuso a la Tenedora asumir gratuitamente unas pérdidas de 800.000 euros, aproximadamente en beneficio de la Fundación». Por consiguiente, «esta asunción de pérdidas es contraria al objeto social».

Las irregularidades no terminan ahí. En el sexto punto del mismo apartado, el TVCP señala: «no hemos podido comprobar la persona que autorizó operaciones de compra de dólares al contado por importe de 20,1 millones de dólares, ni un préstamo de 6,8 millones de dólares de febrero de 2004, ni de la apertura de las cuentas en las que se rentabilizan los excedentes de tesorería en dólares, ya que según la entidad financiera se han efectuado telefónicamente y según manifiesta el apoderado de la Tenedora estas operaciones no requirieron el otorgamiento de un contrato específico; se trata de operaciones relativas a la gestión económico-financiera ordinaria de la Tenedora que estaba encomendada al Director de Administración y Finanzas de la Fundación», quien según se menciona en un párrafo anterior, no estaba autorizado para ello.

Cuestionado

El informe de fiscalización del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas conocido ayer no es el primero que critica la opacidad y la falta de control con el que parece que acostumbra a actuar el Guggenheim Bilbao. Así, el 7 de julio del pasado año, este diario titulaba «Vidarte firmó la compra de dólares sin un estudio previo del mercado», en base a la información hecha pública el día anterior. «El análisis de las cuentas de la Tenedora del Guggenheim se efectuó a petición del Pleno del Parlamento de Gasteiz, para conocer las causas de las pérdidas -millonarias- sufridas tras una compra de divisas entre los años 2002 a 2005». La Tenedora fue constituida en 1995 con el único objetivo de adquirir y explotar obras de arte, así como la organización de exposiciones. «Sin personal en plantilla y administrada por un Consejo de Administración, su `ejecutor' sería su apoderado y director general de la Fundación Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, el único facultado para firmar y actuar en su nombre en operaciones bancarias de todo tipo».

Por ello, en abril de este año, la consejera de Cultura, Blanca Urgell, presentó en el Parlamento de Lakua las conclusiones de un informe sobre las responsabilidades derivadas de las operaciones de compra de dólares del Museo Guggenheim y dijo que que el director de la pinacoteca bilbaina «no tenía poderes» para gestionar contratos de compra de dólares, pero admitió que no se le puede pedir responsabilidades porque la Diputación de Bizkaia se opone. Lo que Urgell presentó fue un informe con el que supuestamente buscaba quitar a Vidarte de la dirección del museo, mientras que, paralelamente, la Diputación de Bizkaia encargó otro informe que exime a Vidarte y concluyó que «no se extralimitó en sus funciones al comprar dólares para la adquisición de obras de arte».

Asesor economista

Llegados a este punto, conviene recordar que la vinculación de Juan Ignacio Vidarte con la Solomon R. Guggenheim Foundation comenzó en 1992 como Director del Consorcio del proyecto Guggenheim Bilbao. Trabajó en estrecha colaboración con Frank O. Gehry y Thomas Krens, responsabilizándose de supervisar el diseño y la construcción del museo. Cuatro años más tarde fue nombrado Director General por el Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim Bilbao. En 2008, además, accedió al cargo de Director General de Estrategia Global de la SRGF, puesto que responde al compromiso de la fundación por reforzar su expansión, como contempla su Plan Estratégico, y que compatibiliza con su cargo en el museo bilbaino.

Con anterioridad a su vinculación con la marca Guggenheim, Vidarte era economista, asesor del responsable de la Hacienda vizcaina Juan Luis Laskurain y no tenía ninguna relación aparente con el mundo del arte. A. B.

UNANIMIDAD

Los informes sobre la Fundación y la Tenedora se han aprobado por la mayoría de los miembros del Pleno, con un voto particular de discrepancia de dos de ellos y un voto particular de tres de ellos. El de la Inmobiliaria se ha aprobado por unanimidad.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo