Los ejercicios navales realizados por la Marina surcoreana cerca de la frontera común entre las dos Coreas están dirigidos a aumentar la capacidad de Corea del Sur para detectar incursiones de submarinos norcoreanos, como el que, según Seúl, torpedeó el buque «Cheonan» a finales de marzo, causando la muerte de 46 marineros surcoreanos.

Las maniobras militares tuvieron lugar un día después de que el Gobierno surcoreano aumentara su nivel de alerta militar como consecuencia del hundimiento del buque.

Seúl anunció también que promoverá nuevas sanciones contra Pyongyang ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la próxima semana. EEUU apoya a Corea del Sur al estimar que a la luz de la investigación internacional realizada en torno al hundimiento del «Cheonan» Rusia y China, que mantienen sus reservas, no pueden negar los hechos. Mientras continúan las presiones de Washington sobre Beijing, la diplomacia rusa volvió a descartar ayer que el caso no puede ser presentado ante el Consejo de Seguridad «sin pruebas al 100%».

Las autoridades norcoreanas, que niegan cualquier responsabilidad en ese hundimiento, respondieron de forma inmediata al anuncio y notificaron la congelación de todas sus relaciones con Seúl, la revocación total del acuerdo de no agresión entre el Norte y el Sur y la completa suspensión de la cooperación intercoreana, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.

Además, Pyongyang dijo que retirará todas las salvaguardas que el Ejército norcoreano mantenía en las relaciones de cooperación e intercambio con Corea del Sur y algunos de cuyos objetivos eran garantizar la seguridad en la estancia de los ciudadanos surcoreanos en Corea del Norte, así como la entrada y salida de mercancías del país. Además, dijo que está estudiando eliminar todos los accesos al parque industrial conjunto de Kaesong, financiado por Seúl y ubicado al norte de la frontera, y que simboliza la reconciliación entre las dos Coreas.

El jefe del Estado Mayor norcoreano también advirtió de que su país respondería con un ataque inmediato en caso de que Corea de Sur violara la frontera común en el mar Amarillo.

«Muerte a Kim Jong-il»

Unas diez mil personas, incluidos ex combatientes, se manifestaron ayer en Seúl para pedir venganza por el hundimiento del «Cheonan» al grito de «muerte a Kim Jong-il» e instar al Gobierno a sancionar a los miembros de la oposición al presidente Lee Myung-bak, que cuestionan las conclusiones de la investigación.