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«Mi nombre es Khan» Víctima de la persecución al islamismo

La industria india de Bollywood pone pie en suelo norteamericano con un mensaje de hermanamiento, destinado a superar la paranoia hacia otras culturas generada tras los atentados del 11-S.

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M.I. | DONOSTIA

«Mi nombres Khan» es un ensayo por parte de la industria india de Bollywood para ganarse al público occidental, lo que hasta ahora nunca ha conseguido. Para ello, se ha buscado un guión sobre inmigrantes indios en los Estados Unidos, con un mensaje conciliador que ayuda a superar la persecución hacia todo lo relacionado con la cultura islámica, toda vez que el protagonista es musulmán. Asimismo, en este proyecto se han reducido los números musicales y la duración del metraje, que en la versión original sobrepasa las tres horas.

Son inconvenientes que se pueden limar a fin de que el espectador occidental vaya aceptando las peculiaridades de las películas nacidas en Bollywood, pero no hay que olvidar que están pensadas para la mentalidad del público local.

«Mi nombre es Kahn» resulta demasiado ingenua para nosotros, aunque los productores hayan querido conectar su inocencia argumental con modelos de Hollywood en la línea de «Forrest Gump», hechos a la medida de un protagonista intelectualmente limitado. Khan sufre síndrome de Asperger, que es una forma de autismo que dificulta las relaciones con los demás, pues este tipo de pacientes no captan el doble lenguaje, la ironía o las indirectas.

Así las cosas, Khan aparece como una víctima propicitaria de la paranoia norteamericana derivada del 11-S, al ser un musulmán que lo tiene difícil para explicarse ante los demás y poder defenderse. Pero no toda la hostilidad proviene de la sociedad estadounidense, ya que la familia de su novia también trae consigo las diferencias religiosas de la India, su país de origen.

Queda por ver, por lo tanto, si el cine popular, tal como lo conciben en India, encaja en el mercado occidental. De momento, la crítica está siendo inmisericorde con un producto tan inofensivo. Y no ha perdonado pasajes como el de la caminata de Khan a Washington para ser recibido por el presidente Obama, papel que es interpretado por el actor afroamericano de gran parecido físico Christopher B. Duncan.

VÍCTIMA

Khan aparece como una víctima propiciataria de la paranoia norteamericana derivada del 11-S, al ser un musulmán que lo tiene difícil para explicarse ante los demás y poder defenderse.

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