La República Checa celebra desde hoy y durante dos días unas elecciones legislativas en las que las encuestas auguran que el Partido Socialdemócrata será la formación más votada (25-30%).

No obstante, el partido de Jiri Paroubek, que ha protagonizado un giro a la izquierda y que logró la victoria en las regionales y senatoriales de 2008, precisaría del voto del Partido Comunista (KSCM), al que auguran un 12-13% de sufragios.

Este partido, que nunca ha renunciado a su ideología comunista, condiciona su apoyo a que Paroubek mantenga sus promesas sociales (incremento de las pensiones, mantenimiento del permiso por maternidad e imposición progresiva).

Los conservadores del ODS, formación que ha gobernado desde 1991 casi ininterrumpidamente solos o en coalición con los socialdemócratas, atraviesan una grave crisis interna y las encuestas no les dan más de un 19%.

La crisis y la desconfianza en los políticos es, sin embargo, general, lo que ha facilitado la irrupción de listas de nuevo cuño como TOP 09 y el partido de la Cosa Pública. También ha movilizado a un grupo de electores que piden votar a los últimos candidatos de las listas electorales.