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La crisis deja a la Subida a Urkiola fuera de combate

A.U.L.

Hampsten, Chiapucci, Delgado, Rominger, Mayo... Un palmarés de lujo que no crecerá de momento. La crisis no perdona a nadie y su última víctima ha sido la Subida a Urkiola. La Sociedad Ciclista Duranguesa, organizadora de la prueba, anunció ayer su decisión de suspender la carrera, que debía disputarse el próximo dos de agosto.

En un comunicado público, los organizadores reconocieron que «la actual situación de crisis, que está afectando a todos los niveles, es bastante complicada», por lo que «todos los estamentos, sean públicos o privados, están ajustando a la baja los presupuestos de patrocinio y colaboración», algo imprescindible para una sociedad «sin ánimo de lucro, que realiza todas las actividades en base» a esa colaboración de instituciones públicas y firmas privadas.

«Debido a los recortes en los patrocinios -explicaron-, caída de alguno de ellos y la imposibilidad de encontrar nuevos, esta sociedad a día de hoy y ante la prespectiva que se presenta de no poder cubrir el presupuesto, ha decidido suspender la próxima edición de Urkiola Igoera- Subida a Urkiola, que estaba prevista para el próximo mes de agosto». Según se adelantaba en la web biciciclismo.com, las previsiones a corto plazo no son mejores, por lo que tampoco se ha inscrito la prueba en el calendario de cara al próximo año.

La Subida a Urkiola, que nació en 1931, pero se consolidó en la década de los ochenta -se ha disputado de manera ininterrumpida desde 1984-, se suma a un goteo incesante de pruebas que se han visto obligadas a echar la persiana. La reorganización de normativa y calendario con el nacimiento del ProTour, que condenó a muchas carreras a sobrevivir de migajas a nivel de participación, televisiones y sponsors, ya se cobró una fuerte factura, que ha engordado con la actual crisis económica.

Incluso en Euskal Herria, la fortaleza de los grupos organizadores y el apoyo de aficionados y medio de comunicación ha resultado insuficiente. Tanto que las dos pruebas más prestigiosas del calendario vasco, la Vuelta a Euskal Herria y la Euskal Bizikleta, tuvieron que aunar esfuerzos para sobrevivir. La Subida a Urkiola no lo ha conseguido.