Formula uno | GP de Turquía
Hamilton sacó todo el jugo a «la guerra de los egos»
Webber y Vettel chocaron cuando iban en las primeras posiciones, facilitando la victoria de Lewis Hamilton.
Koldo AKORDARREMENTERIA
Sobre cómo tener totalmente encarrilada la consecución de los dos primeros puestos del podio, y cómo dilapidar esa excelente situación en pocos segundos. He ahí el tratado infor- mativo que el equipo Red Bull preparó en el día de ayer para su difusión internacional y para, de paso, dotar de un poco más de emoción a una temporada que hasta hace poco parecía tener ya dueño.
A pesar de que las pretemporadas suelen estar plagadas de declaraciones fraternales entre los pilotos de un mismo equipo, pronto se vuelve a constatar que en esto de la Fórmula Uno el mayor rival es tu compañero de equipo; por aquello de que tiene un coche parecido al tuyo, y eso le convierte en el mejor espejo para comparaciones.
Aún muchos guardan en la retina cómo McLaren perdió el Campeonato del 2007, después de que las asperezas entre Alonso y Hamilton les llevaran a cometer varios errores en la última carrera, hecho que aprove- chó Raikkonen para hacerse con el Mundial. Pues similar fue lo que sucedió ayer, aunque las consecuencias no sean tan directas, de momento.
Como viene siendo habitual durante toda la temporada, Webber y Vettel comandaban con mano de hierro, y sin demasiados agobios, la carrera desde el inicio. El australiano parecía ir algo más lento que el alemán, y Vettel no lo dudó ni un instante a la hora de intentar el adelantamiento. Pero aquello acabó en desastre total. Ambos pilotos chocaron, y el resultado fue espeluznante: abandono de Vettel y avería para Webber, que tuvo que pasar por boxes, perdiendo el liderato.
El resultado de esa guerra de egos tuvo como mayor beneficiado a Lewis Hamilton, que en un suspiro se vio liderando la carrera. Su compañero de McLaren, Jenson Button, fue la mayor amenaza para el piloto inglés. Estos también protagonizaron un buen número de adelantamientos, aunque al final Hamilton cruzó la bandera de cuadros por delante.
Mercedes, en inercia ascendente
Por detrás del tercer clasificado ¯un cariacontecido Webber¯ entraron Schumacher y Rosberg, corroborando la notable mejora de los Mercedes GP. Robert Kubica, por su lado, sigue exprimiendo al máximo su Renault, y volvió a una gran sexta plaza, justo por delante de Massa y Alonso, que siguen viendo cómo el Ferrari no optimiza su rendimiento. Y más les vale reaccionar cuanto antes para evitar mayores destrozos.
Los mecánicos del equipo Red Bull se llevaron las manos a la cabeza cuando presenciaron la maniobra que supuso la victoria de Hamilton. El jefe del equipo, Christian Horner, también se mostró decepcionado: «Lo único que les pido es que compitan, pero dándose opciones. Pero no lo hicieron así», decía.
Ferrari sigue sin afinar en la preparación del coche, y ayer también se mostraron muy inferiores a los Red Bull y McLaren. Massa y Alonso tuvieron que conformarse con la séptima y octava posición de la carrera, respectivamente.