La banda londinense Pet Shop Boys, incombustibles en un concierto de hora y media larga que fue puro pop de sintetizadores, pusieron anoche la guinda del pastel a la décima edición del Primavera Sound, que este año ha tenido más de cien mil asistentes, una cifra jamás vista en el festival.

Pop electrónico en su máxima expresión. Pet Shop Boys rememoraron viejos éxitos como «It's a sin» con temas de su último álbum «Yes», haciendo así un repaso de sus emblemáticas canciones, con una escenografía futurista y geométrica, en la que los cubos cobraron casi tanta importancia como los propios intérpretes.

Antes, la nueva diva del pop indie británico, Florence Welch, conocida como Florence + the Machine, sedujo haciendo uso de una potente voz, y atreviéndose con cualquier registro, además de con una cuidada y elegante puesta en escena. Florence encandiló con una actuación en la que interpretó su álbum debut «Lungs», que la catapultó a nuevo icono musical dentro del difícil mercado inglés.

Poco después, en el escenario contiguo, otra banda tan joven como memorable, los Grizzly Bear, se apoderó de un público con apetito de minimalismo escénico y calidad instrumental. Los de Brooklyn, padres de la nueva escena experimental neoyorkina, desgranaron temas de sus tres álbumes, «Horn of Plenty», «Yellow House» y «Veckatimest».

Además de Florence y Grizzly Bear, gran cantidad de buenos músicos desfilaron ayer por distintos escenarios. Dr. Dog se mostraron tan vigentes como en su aparición hace más de diez años, y se apoderaron de los festivaleros con su psicodelia rock. Clare and the Reasons, otra banda nacida a orillas del río Hudson, puso el toque de indie pop tranquilo y melódico en el Auditori del Fórum.

Una jornada que dio para mucho y para todos. Incluso para los más pequeños, que vieron cómo el escenario Minimúsica se llenaba de cantantes infantiles como Fred i Son. Una buena excusa para dejar a los niños en la guardería musical mientras los padres disfrutaban de los conciertos.

Padres y no tan padres que, una vez llegada la madrugada, pudieron elegir cómo terminar el festival. Coreando el pop electrónico de los míticos Pet Shop Boys, sacudiendo la cabeza con el rock ruidoso e indispensable de HEALTH o balanceándose como poseídos con el techno de los clásicos Orbital.

Balance

El festival Primavera Sound, que se celebra en Barcelona, cerró así su décimo aniversario con más de cien mil asistentes, según explicó en rueda de prensa su director, Gabriel Ruiz.

Ruiz, que definió la décima edición como «la más exitosa, de largo», dio a conocer que el festival el jueves tuvo un total de 31.600 asistentes, mientras que el viernes tuvieron que colgar el cartel de `todo vendido', lo que significa que superaron los 35.000 espectadores, cifra a la que también se esperaba llegar ayer, última jornada del festival.

El décimo Primavera Sound también ha sido el año con más actuaciones, 240, y con más grupos, un total de 194. Además, se deben sumar unas 6.000 visitas a las actividades complementarias, como los conciertos celebrados en el Parque Joan Miró o en la Sala Apolo, lugares alejados del Parque del Fórum, donde se celebra el grueso del evento.

Los organizadores también quisieron zanjar la polémica abierta a raíz de unas informaciones en algunos medios de comunicación que criticaron que, aunque la Generalitat ofreció la creación de un escenario catalán, la organización no llevó a cabo la propuesta. «Esto es una gran mentira, nadie nos llamó», relató Gabriel Ruiz, y agregó que en el festival «hay muchos artistas de nuestro entorno» y no querer «politizar el evento».

«Estamos muy contentos, es el festival más exitoso y el camino ha sido duro», sentenció su organizador, quien, a pesar de no conocer aún el volumen de negocio definitivo, aseguró que más de cinco millones de euros «ya se han quedado en la ciudad», en concepto de inversión publicitaria y por el pago de escenarios y de servicios derivados del festival.

En sus diez años de trayectoria, el Primavera Sound ha contabilizado más de 1.300 conciertos y un aumento progresivo de espectadores en cada edición.