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La cantera de Zilbeti no respeta la protección europea al monte Alduide

El Monte Alduide es un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) que en 2005 fue declarado por el Gobierno navarro como Zona de Especial Conservación (ZEC). Cinco años después, el mismo Gobierno arropa el proyecto de cantera que la empresa Magna quiere construir en este espacio protegido.

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Iñaki VIGOR

Con una superficie de 9.028 hectáreas y 100,2 kilómetros de perímetro, la ZEC de Monte Alduide es una de las mayores masas forestales de Euskal Herria. Está situada a sólo 35 kilómetros de Iruñea y se extiende desde el término municipal de Auritz hasta el Valle de Baztan, ocupando también terrenos de Luzaide, Aurizberri, Erroibar, Zilbeti y Eugi, así como de las mancomunidades de Kintoa, Erregerena y Oiarmendi.

Este gran bosque de hayas alberga hábitats naturales, flora y fauna silvestre que en algunos casos se encuentran amenazados de desaparición en su área de distribución natural. En agosto de 2005 el Gobierno de Miguel Sanz aprobó el plan de gestión de esta ZEC, plan que no contempla en absoluto la construcción de ninguna cantera. Pese a tratarse de un espacio protegido e incluido dentro de la Red Natura 2000, el Gobierno de UPN está dando cobertura al proyecto de Magnesitas Navarras SA (Magna) para abrir allí una cantera a cielo abierto. Esta multinacional ya intentó abrir una mina de magnesita en el término de Erdiz (Baztan), pero la oposición de los vecinos de este valle le hizo buscar una nueva ubicación.

Después de realizar varios sondeos de exploración, Magna escogió el paraje de Antzeri para su nueva cantera, ya que a la actual, ubicada en término de Eugi (Esteribar), se le prevé una vida de cinco años. A partir de entonces, el Gobierno de UPN se volcó en apoyar esta nueva mina y fue el propio presidente, Miguel Sanz, quien en abril del pasado año acudió a Erroibar para ofrecer ayudas e infraestructuras a los vecinos del valle si los de Zilbeti no se oponían a la cantera de magnesita.

División entre los vecinos

Desde el primer momento el proyecto dividió a los vecinos de este pueblo de apenas medio centenar de habitantes. Cuatro miembros del Concejo dimitieron y el alcalde, Agustín Iribarren, que es favorable a la cantera, nombró a otros cuatro, de los que dos dimitieron al día siguiente. «El pueblo está roto, dividido. Ésta es la primera consecuencia de un proyecto de este tipo», lamenta Juan Luis Martínez, vecino de Zilbeti y presidente de la Coordinadora Monte Alduide. Este colectivo agrupa a vecinos de Erroibar y Esteribar que se oponen a la cantera proyectada por Magna, pero esta empresa y el Gobierno de Miguel Sanz han logrado convencer a las entidades locales para que den su apoyo al proyecto. De hecho, el pasado 23 de abril el Ejecutivo de UPN firmó un acuerdo con Magna, los concejos de Zilbeti y Erro, el Ayuntamiento de Erroibar y la Mancomunidad de Oiarmendi para implantar la nueva cantera en el paraje de Antzeri.

En el texto suscrito aseguran que «será positiva para el desarrollo económico y social del Valle de Erro y de sus concejos», y que «garantizará la actividad industrial» vinculada a la fábrica de Magna en Zubiri, donde trabajan 170 personas. Esta empresa, que factura 40 millones de euros al año, prevé invertir 10 millones de euros en la nueva cantera. A modo de compensación por explotar este espacio protegido, cada año entregaría 135.000 euros a la Mancomunidad Oiarmendi, más 15.000 euros en «proyectos materiales». De esa cantidad, el 60% sería para Erro y el 40% para Zilbeti.

Tras las dimisiones habidas, el Concejo de este último pueblo está integrado en la actualidad por el alcalde, por un ex trabajador de Magna y por un trabajador de esta empresa, todos ellos favorables a la cantera. Pero la oposición de otros vecinos es evidente, como lo demuestran las pancartas con el lema «No a la cantera» que ondean en varias casas del pueblo y la activa oposición de la Coordinadora Monte Alduide. «El Concejo no ha hecho ni una sola reunión en el pueblo para tratar este asunto y, cuando pedimos información, nos pone mil pegas», lamenta el presidente de la Coordinadora.

A su juicio, el dinero que el pueblo recibiría por parte de Magna no compensa las afecciones negativas que la cantera tendría para Zilbeti. «Venden 30 hectáreas de monte por el precio que vale un piso en la Plaza del Castillo. ¡Es vergonzoso!», exclama Juan Luis Martínez tras advertir de que esa explotación sería «ilegal» y que además causaría molestias a los vecinos debido a las explosiones, al ruido provocado por el picado del material y al tráfico que generaría.

Precisamente, para evitar el paso de camiones por Zilbeti, el Gobierno de Sanz se ha comprometido a construir un túnel desde la cantera hasta la carretera del puerto de Urkiaga (NA-138), donde el material sería cargado y transportado hasta la fábrica de Zubiri. «¿Y dónde va a ir todo el apoyo a la cantera, como el suministro de gasoil, el suministro de explosivos, las máquinas, su mantenimiento, los trabajadores...?», se pregunta el presidente de la Coordinadora Monte Alduide.

«Es ilegal se mire por donde se mire»

Gurelur fue el primer grupo ecologista que presentó observaciones a este proyecto y advirtió de sus consecuencias; posteriormente se han sumado Lurra y SEO-Euskadi con argumentos similares. «Este proyecto es una auténtica barbaridad. Es ilegal se mire por donde se mire», sostiene Antonio Munilla en nombre de Gurelur. Esta asociación ecologista llevó una queja al Defensor del Pueblo porque previamente había presentado dos recursos de alzada a la concesión de permisos para hacer las prospecciones en el LIC y ni siquiera les contestaron. «El Defensor del Pueblo reconoció que se está conculcando la ley y le recordó al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno que tiene que velar por la conservación de los valores naturales de la zona. ¿Qué conservación de valores va a hacer este proyecto?», se pregunta Munilla.

A su juicio, la gran afección de esta cantera sería «la desaparición física del espacio» en una zona legalmente protegida. «Desaparecerían miles de árboles y la vegetación arbustiva, y también afectaría a especies animales que están protegidas. Además, desaparecería el suelo y el subsuelo. No puede haber un estudio de impacto ambiental que diga que tiene encaje un proyecto que elimina la zona. Si este estudio lo hiciera un equipo de técnicos independientes, obviamente diría que no se puede hacer».

Por su parte, Juan del Barrio se pregunta, en nombre de Lurra, «para qué sirve la protección del LIC-ZEC Alduide» y advierte de que la cantera de Zilbeti tendría «graves e irreversibles afecciones», ya que implicaría la tala de miles de hayas, la apertura de nuevas pistas, la construcción de carreteras e infraestructuras en una zona protegida, contaminación generada por los residuos de la mina, ruidos de voladuras y un «severo impacto paisajístico». Además, constata que el proyecto supone «un ataque severo» al LIC Alduide. «En Nafarroa, los espacios LIC no se deberían clasificar tan alegremente si después -argumenta Del Barrio- no existe capacidad o voluntad para mantener su protección».

Los grupos ecologistas han estimado que se talarían en torno a 100.000 árboles.

Magna extraería 7.200.000 toneladas de material en los próximos 40 años

Según los datos difundidos por Magna, la cantera de Zilbeti sería una mina a cielo abierto de 320 metros de largo por 250 de ancho y 80 de altura, aunque otras fuentes señalan que sus dimensiones serían de 500 por 600 metros y que ocuparía 13 hectáreas de superficie, que en realidad serían 30 si se tiene en cuenta el perímetro de protección.

Magna obtendría cada año unas 180.000 toneladas de material de alta calidad, lo que multiplicado por los 40 años previstos de explotación, arroja nada menos que 7.200.000 toneladas. En la actual mina de Eugi se obtienen 400.000 toneladas anuales, que se reducirían a 180.000. I. V.

Dudan de que El estudio de impacto ambiental sea imparcial

Para poder abrir la mina de Zilbeti se requiere un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que ya se está elaborando y que probablemente se conocerá en los próximos días o semanas. Si el EIA no pone impedimentos, el Gobierno de Nafarroa aprobaría el Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS) que daría vía libre a Magna para iniciar la explotación.

En teoría, el EIA será elaborado por una empresa especializada ajena a Magna, pero los grupos opositores a la cantera dudan de que dicho estudio sea realmente imparcial, teniendo en cuenta que el proyecto ya cuenta con el beneplácito del Gobierno de Nafarroa.

José Antonio Yeregui, director industrial de Magnesitas Navarras SA, señaló a GARA que esta empresa aspira a que este proyecto sea «referencial» en Europa. «Ya sabemos que hoy en día hay que hacer muy bien un proyecto de estas características para poder llevarlo adelante», comentó. También indicó que la empresa está obligada a aceptar las conclusiones de dicho estudio y que serán los técnicos del Gobierno los que decidirán si se acepta o no.

Yeregui agregó que hay «un pequeño grupo de personas» que se oponen a este proyecto y mostró su disposición a que hagan aportaciones para mejorarlo. Los grupos ecologistas ya han anunciado que presentarán todo tipo de alegaciones y recursos contra la cantera. I.V.

PASEOS GUIADOS

La Coordinadora Monte Alduide ha organizado excursiones guiadas a la zona afectada por la cantera durante todos los domingos de junio. La cita para los interesados es a las 9.30 en el frontón viejo de Zilbeti; el recorrido tendrá una duración aproximada de tres horas.

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