El PNV rechaza el acuerdo EA-Aralar y lo atribuye a la izquierda abertzale
Mes y medio después del acuerdo alcanzado por EA y Aralar para ir juntos a las elecciones como Nafarroa Bai, sus socios electorales del PNV expresaron su rechazo. Discrepan sobre todo del porcentaje de representación que se les otorga, aunque reiteran que siguen apostando por NaBai. José Angel Aguirrebengoa, presidente del NBB, valoró que ese «negocio a dos» se ha gestado por influencia de la izquierda abertzale y lo considera «sorprendente».
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El pasado 30 de abril, EA y Aralar presentaron un acuerdo sellado para concurrir a las urnas en 2011 bajo las siglas de Nafarroa Bai, y emplazaron a sus otros dos socios a sumarse. Tanto el PNV como Batzarre, e independientes como la diputada Uxue Barkos, no habían sido informados previamente, según se ha publicado, por lo que sólo les queda la opción de sumarse o rechazarlo. Ayer, un mes y medio después, el PNV de Nafarroa rompió su mutismo, y lo hizo para dejar clara su distancia.
Aunque no cierra totalmente la puerta a seguir junto a EA y Aralar, el presidente del NBB, José Angel Aguirrebengoa, apuntó que el actual acuerdo ha quebrado los consensos anteriores. «Ha pasado a ser un negocio a dos», dijo en alusión a los partidos liderados en Nafarroa por Maiorga Ramírez y Txentxo Jiménez.
Los jeltzales están molestos por cuestiones como la cuota de poder otorgada para el caso de que NaBai siga en su actual composición. EA y Aralar han definido un reparto, según el cual al PNV le correspondería un 10,4% de la representatividad. Aralar tendría el 43,9%; EA, el 31,3%; y Batzarre, el 14,4%.
Aguirrebengoa reveló además que han presentado un documento a la Permanente de NaBai en el que reivindican que cualquier nueva incorporación a la coalición deba contar con el consenso unánime de los cuatro socios actuales, en un intento de devolver un protagonismo paritario a todos ellos y quebrar el «negocio a dos».
«Premisas alteradas»
Para el presidente del Napar Buru Batzar resulta evidente que este acuerdo EA-Aralar se deriva de la nueva dinámica emprendida por la izquierda abertzale. Para Aguirrebengoa resulta «sorprendente» que esos dos parti- dos puedan actuar condicionados por la posición expresada en ``Zutik Euskal Herria'', la declaración de conclusiones del debate interno de la izquierda abertzale.
José Angel Aguirrebengoa admitió que en ese documento hay «esfuerzos», pero abogó por mantener las «dudas y reservas». Por ello, consideró extraño que la declaración de la izquierda abertzale pueda «haber modificado las premisas y las estrategias» de EA y Aralar hasta el punto de firmar un acuerdo que da la espalda a sus socios, PNV y Batzarre, y a los independientes.
Mientras resuelve sus dudas, el PNV de Nafarroa celebrará su centenario, que tendrá como evento central un acto el sábado al mediodia en el Baluarte de Iruñea, con Iñigo Urkullu como cabeza de cartel.
El PNV de Nafarroa no se presenta en solitario a las elecciones al Parlamento navarro desde 1995, cuando sumó 2.943 votos. En las últimas elecciones al Parlamento Europeo, en que también concurrió por su cuenta, logró 3.691 (el 1,8% del censo).
El PNV ha planteado a NaBai que cualquier nueva incorporación debería ser aprobada por todos los socios actuales. Los jeltzales ya vetaron a la izquierda abertzale cuando se creó la coalición, en 2003.
El anuncio del acto conjunto de la izquierda abertzale y EA el domingo en Bilbo no ha suscitado excesivas críticas en el conjunto del Estado, pero sí, significativamente, en Nafarroa. UPN, PSN y CDN pusieron ayer el grito en el cielo ante unos movimientos que podrían cambiar sustancialmente el mapa político en el herrialde.
El portavoz parlamentario de UPN, Carlos García Adanero, consideró «un escándalo» que partidos como EA «negocien» con formaciones ilegalizadas, «y se hable de ellas como un partido más, cuando no es así». Tras las reuniones de la pasada semana, García Adanero destacó que «llama la atención esa carrera entre EA y Aralar para ver quién consigue hacerse con los favores de Batasuna».
Por parte del PSN, su líder, Roberto Jiménez, destacó que «Batasuna no puede estar en las instituciones mientras forme parte del entramado terrorista de ETA y no puede estar desde el momento en que sigue sin condenar el terrorismo». «Treguas, diálogos, procesos democráticos... ya hemos oído demasiadas palabras para no llegar a ningún sitio», añadió Jiménez.
Patxi Zabaleta (NaBai) expresó su respeto a las relaciones que entablen entre sí las formaciones políticas. Y Ion Erro (IUN) admitió que se advierten sinergias que «pueden llevar a una recomposición de la oferta política y una clarificación». GARA
