El Pleno de las Juntas Generales de Araba decidió ayer, con los votos de PNV, PSE y PP, dar un nuevo impulso al proyecto de embalse en Korrosparri. En una enmienda transaccional, que contó con el rechazo de la izquierda abertzale y EA así como con la abstención de EB, instan a las instituciones a que culminen «dentro de este año la tramitación administrativa del proyecto». El objetivo sería declarar la viabilidad o no del embalse.

En el segundo punto aprobado, contemplan que en caso de no resultar viable se pueden analizar «otras posibilidades complementarias o alternativas que cubran necesidades urbanas y agrícolas para abastecer convenientemente de agua la Llanada Oriental».

La oposición a la presa contempla el alto coste medioambiental y el hecho de que se trata de un proyecto redactado en el 2000, por lo que se basa en necesidades de agua no actualizadas. Desde la izquierda abertzale, se abogó por impulsar un proceso participativo basado en la gestión integral y sostenible del agua. Desde EA, por su parte, se mostraron dispuestos a aprobar la moción en caso de que el orden fuera el inverso; es decir, primero analizar y estudiar las alternativas y después escoger la que menos costes económicos y medioambientales tuviera. EB, asimismo, defendió que antes de «hacer cirugía hay que hacer medicina».

Debido a alusiones directas al diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi (EA), compareció ante el Pleno. Defendió la alternativa conocida como Amvisa, a través de la cual desde el embalse de Ullibarri se realizaría la gestión de ciclo completo del agua que abastecería a Agurain, San Millán y Asparrena. Mintegi explicó que la Confederación Hidrológica del Ebro había señalado las carencias del proyecto de Korrosparri y que URA, del Gobierno de Lakua, también lo había calificado de no necesario.

La presa de Korrosparri cuenta con una gran oposición a la misma debido a su alto impacto medioambiental ya que en la superficie de 472,000 m2 afecta a dos espacios de la Red Natura 2000, a cuatro hábitats de interés comunitarios y a especies en peligro como el visón europeo. Detrás de la construcción del embalse están, tal y como se evidenció en el pleno de Juntas Generales, los planes de crecimiento de Agurain que contemplan la construcción de 2.000 viviendas, en una población que cuenta actualmente con 1.600.

Asimismo, los opositores al proyecto critican que el actual sistema de regadío tiene perdidas que, en caso de ser reparadas, aumentarían la capacidad. Diferentes alternativas que permitirían solucionar los problemas de abastecimiento de agua de la zona.