GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Acuerdo estratégico independentista

Encuentro de dos ramas distintas del abertzalismo

Lo dejó sentado Antonio Machado: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Y andando hacia la sobe- ranía es como se han encontrado en el camino la izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna. Cada una venía de co- rrientes muy distintas y en ocasiones enfrentadas del abertzalismo, pero ahora han coincidido en un objetivo y unos medios comunes.

p008_f01.jpg

Iñaki IRIONDO

Ambas partes reconocen en el documento que suscribieron ayer que cada cual viene de «tradiciones, experiencias y actuaciones políticas distintas e, incluso, en ocasiones muy contradictorias». Pero añaden que «aun reconociendo las diferencias en trayectoria, posiciones e idearios específicos, entendemos que es tiempo de priorizar compromisos convergentes y avanzar en los anhelos y necesidades de la mayoría de la sociedad vasca».

Dicho así, parece que se trate de dos formaciones con diferentes trayectorias, pero que apenas han chocado entre sí. No es cierto. Echando la vista atrás se puede decir que EA es el partido creado por el primer lehendakari de la partición. Donde está, por ejemplo, el primer director de la Academia de la Ertzaintza que tantos golpes ha repartido entre manifestantes de la izquierda abertzale. De EA fue el diputado general de Gipuzkoa que se empecinó en mantener el trazado de la autovía de Leitzaran. Y en 1999 EA se coaligó con el PNV para -según interpretó la izquierda abertzale- impedir entre otras cosas que EH fuera la primera fuerza en Gipuzkoa y se hiciera con la Diputación. Mirado desde otro punto de vista, la izquierda abertzale es la que una y otra vez quiso deslegitimar el Gobierno de Lakua desde sus inicios, no dudando en boicotear actos. Algunas de sus campañas, sobre todo en el ámbito municipal, han llegado a hacer vivir momentos muy difíciles a cargos de Eusko Alkartasuna. Sin olvidar, claro está, la cuestión de la lucha armada.

Pero pese a todo ello, tanto la izquierda abertzale como Eusko Alkartasuna muestran ahora su capacidad de dejar de lado esos tiempos de enfrentamiento y «aunar esfuerzos para que la ciudadanía vasca encauce sus convicciones, deseos y fuerzas abriendo una nueva fase política en el proceso hacia una Euskal Herria independiente progresista y de izquierdas».

Entienden que «es tiempo de actuar con valentía, de responder a lo que anhela la sociedad. Con convicciones sólidas, lealtad y los compromisos que demanda Euskal Herria», añaden.

Un trabajo que viene de largo

Cierto es que en la última década, tras el Acuerdo de Lizarra-Garazi, las relaciones entre ambas formaciones han sido fluidas y muchas veces incluso intensas. En el ámbito de la construcción nacional y la resolución del conflicto, ha sido valioso el trabajo realizado en el Foro Nacional de Debate y en la Mesa de Resolución del Conflicto. También ha habido coincidencias en defensa de los derechos civiles y políticos, como cuando en enero de 2006 Grande-Marlaska prohibió un acto de Batasuna en el BEC y la respuesta fue la convocatoria de otro acto en el que estuvieron presentes y tomaron la palabra representantes de EA, LAB y ELA, además de los agredidos por el juez. Más recientemente se ha visto a dirigentes de ambas formaciones en la iniciativa Adierazi EH.

En cuanto a la organización territorial e institucional, desde puntos de partida muy distintos EA y la izquierda abertzale han llegado a la conclusión común de que «los actuales marcos jurídico-políticos están agotados, siendo imprescindible un cambio político sustentado en el reconocimiento nacional y respeto a la voluntad popular»; un cambio que deberá forzarse a través de la «acumulación de fuerzas» y de «una confrontación cívica, pacífica y democrática».

En el propio documento se recoge que EA entiende que el marco estatutario pactado hace treinta años «fue una respuesta responsable (la única posible en dicho momento) a las urgentes necesidades de este país, dado el grave riesgo de involución política que reinaba durante su negociación» y «desde el punto de vista doctrinal garantizaba/protegía los derechos históricos de nuestro pueblo». Mientras que para la izquierda abertzale, «el Estatuto de Gernika, unido a la imposición unilateral del Amejoramiento Foral» fueron «instrumentos de asimilación política; es decir, una trampa política».

Lo importante es que en 2010 ambas partes han logrado un acuerdo que definen como «fruto de un esfuerzo convergente» y en el que establecen «las bases para un trabajo en común con un horizonte estratégico claro: la creación del Estado vasco».

Otoño de 2008

Este acuerdo, evidentemente, no ha caído ahora del cielo, sino que es el primer resultado público de muchos meses de encuentros entre las partes. Reuniones que se remontan a otoño de 2008 y que necesaria- mente tuvieron que darse en condiciones de absoluta discreción y hasta secreto debido a la ilegalización de la izquierda abertzale y los constantes seguimientos policiales a los que eran sometidos dirigentes como Arnaldo Otegi y Rafa Díez, entre otros. Miembros de la Ejecutiva Nacional de EA como Unai Ziarreta y Rafa Larreina se vieron de pronto obligados a adoptar comportamientos de militantes clandestinos. Alguna reunión tuvo que llegar a suspenderse porque el punto de encuentro estaba rodeado de agentes que merodeaban por el lugar.

El 12 de noviembre de 2008, cuando EA decidió acudir en solitario a las siguientes elecciones autonómicas, la izquierda abertzale le tendió la mano para el trabajo en común por un polo soberanista, lo que a su vez fue valorado positivamente por Unai Ziarreta. Poco a poco se fueron forjando confianzas, se produjeron avances y retrocesos, en un camino nada fácil debido a la coyuntura política que rodeaba los encuentros y a las diferencias de origen de cada formación. Pero ni el cambio de Ejecutiva en EA tras el varapalo electoral en las autonómicas, ni la detención de interlocutores en esas conversaciones como Arnaldo Otegi y Rafa Díez cortaron el flujo comunicativo entre las partes. La apuesta realizada por EA en su congreso extraordinario de junio de 2009 y en su conferencia política de ese mismo año, y las conclusiones del debate en la izquierda abertzale que dieron lugar a la resolución «Zutik Euskal Herria» son elementos que han posibilitado este acuerdo.

Esta relación dio ayer su primer fruto que, según dijeron, esperan que sea también semilla de otros más.

fechas para la memoria:

1978: ABRIL

A partir de la denominada Mesa de Alsasua, nace Herri Batasuna como unión de HASI, LAIA, ESB, ANV e independientes para formar una coalición electoral.

1986: setiembre

Se confirma la escisión del PNV y surge Eusko Alkartasuna, que se mantiene en el abertzalismo institucional con carácter independentista y socialdemócrata.

1991: setiembre

Ardanza expulsa a EA del tripartito que formaba con PNV y EE por suscribir con HB mociones independentistas en Bermeo, Aramaio y algún otro municipio.

1998: setiembre

ETA y EA suscriben un acuerdo junto al PNV que da lugar a un alto el fuego. EA y EH firman junto a otras formaciones el Acuerdo de Lizarra-Garazi.

1999: marzo

EA y PNV forman coalición para capitales, juntas generales y Parlamento de Nafarroa. Las coaliciones continuarán hasta las elecciones autonómicas de 2009.

2008: noviembre

EA confirma que irá en solitario a las elecciones y la izquierda abertzale se ofrece para trabajar conjuntamente por la independencia. Ya había habido encuentros.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo