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La mujer que busca su propia luz para dejar de estar en la sombra

«La vida privada de Pippa Lee»

Rebecca Miller adapta en un cuarto largometraje su propia novela, originalmente titulada «The Private Lives of Pippa Lee», en plural, y no en el singular con que se estrena en nuestros cines. Hay un empeño de los distribuidores en hacernos ver que está hablando de su vida, pero también podría inspirarse en la de su madre, la fotógrafa Inge Morath. A ambas les ha tocado estar a la sombra de hombres famosos, habiendo de encontrar su propio espacio expresivo.

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Mikel. Insausti. | DONOSTIA

Hay hombres y mujeres que no soportarían ser la pareja de alguien más famoso o brillante que ellos, pero, en cambio, Rebecca Miller y su madre Inge Morath representan a ese tipo de persona que se crece ante la presencia cercana de un personaje público, convirtiéndose en todo un reto personal para ellas, que en esa teórica desventaja encuentran una forma de autosuperación.

Es de lo que habla Rebecca Miller en su novela «Las vidas privadas de Pippa Lee», al igual que en la correspondiente película «La vida privada de Pippa Lee». En todas las presentaciones, tanto del libro como de su adaptación cinematográfica, se ha visto obligada a hacer referencias de corte autobiográfico, puesto que la prensa ha estado muy interesada en buscar las conexiones entre la ficción y la realidad particular de la cineasta.

Siendo la hija de Arthur Miller y la esposa de Daniel Day-Lewis difícilmente podía evitar referirse a tan conocida relación. Todo empieza con su nacimiento en 1962, justo un mes después de la muerte de Marilyn Monroe. Su padre ya se había separado de la actriz, al conocer un año antes, durante el rodaje de «Vidas rebeldes», a la fotógrafa Inge Morath. La infancia que recuerda Rebecca es la del Chelsea Hotel, donde su padre recibía a un sinfín de personalidades de la talla de Norman Mailer, Bob Dylan o Lou Reed.

Con el tiempo se fue acostumbrando a convivir con talentos reconocidos, a los que no dudaba en mostrar sus dibujos o relatos de forma natural y espontánea, para aprender de ellos sin dejarse intimidar.

Casada con «Don Importante»

Robin Wright Penn encarna en la pantalla a una mujer casada con un hombre treinta años mayor que ella, un todopoderoso editor junto al que en su juventud encontró seguridad huyendo de una familia rota y de las malas compañías. Pero llega el momento fatídico en el que, debido a graves problemas de salud, el esposo interpretado por Alan Arkin decide retirarse a una urbanización para jubilados. Al principio, ella se muestra sumisa y le sigue, pero la aburrida vida del lugar significará poco menos que enterrarse en vida.

Los recuerdos de juventud, unidos a la relación con un joven vecino marginal al que encarna Keanu Reeves, hacen que la protagonista trate de emanciparse sentimentalmente para actuar de acuerdo con una vitalidad que le sitúa en la plenitud de su existencia.

La actriz adecuada

Todas las críticas coinciden en señalar a Robin Wright Penn como la actriz perfecta para el papel de Pippa Lee, una actriz que ni siquiera ha utilizado sus problemas de salud para recurrir a una cirugía general y así, a sus 44 años, muestra una belleza natural y creíble. La misma que su personaje en la ficción descubrirá tras un proceso de autoafirmación, venciendo una crisis que le había llevado a preocupantes comportamientos inconscientes. Por las noches Pippa, en estado de sonambulismo, arrasa bulímicamente con todo lo que hay en el frigorífico y se pone a fumar, a pesar de haber dejado el tabaco.

NARRACIÓN

A través de flashbacks más o menos aleatorios, la propia Pippa Lee nos narra en primera persona, mediante voz en off, los sucesos que la han conducido a compartir su vida con su actual marido.

Estreno

Dirección: Rebecca Miller.

Guión: Rebecca Miller, sobre su propia novela.

Intérpretes: Robin Wright Penn, Alan Arkin, Keanu Reeves, Monica Bellucci, Maria Bello, Winona Ryder, Mike Binder.

Fotografía: Declan Quinn.

País: EE.UU., 2009.

Duración: 93 minutos.

Rebecca Miller es hija de la literatura y el arte visual

Por ser hija del escritor Arthur Miller y la fotógrafa Inge Morath, Rebecca Miller se ha ejercitado en la conjunción de las distintas disciplinas artísticas desde niña. Debutó como actriz teatral en 1988 con Peter Brook, y poco después actuaba en «A propósito de Henry» y «Dobles parejas». A la vez publicaba su primer libro de relatos, que ella misma llevaba al cine en «Intimidades». Durante el rodaje de «El crisol», basada en «Las brujas de Salem», conocía a Daniel Day- Lewis, al que dirigía en 2005 en su tercer largometraje «La balada de Jack y Rose». M. I.

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