Demoledora se mostró Japón en el juego a balón parado. Le bastaba empatar, pero sendas faltas directas ejecutadas con maestría noquearon a una Dinamarca que navegó sin rumbo a partir del momento en el que encajó el primer gol. Los nipones, a base de físico e infranqueable defensa, repetirán el éxito que ya consiguieran en el Mundial que se disputó en su país y quién sabe si no continuarán más allá tras el cruce que les medirá a Paraguay.

La estrategia decantó claramente el envite del lado asiático, que salió dispuesto a contener la avalancha nórdica, pues a los de Morten Olsen sólo les valía la victoria. En ese sentido, los daneses llevaron el dominio del esférico mientras el electrónico se mantuvo igualado. Después fue un continuo devenir de fallos, encarnados en la figura de su portero Sorensen y uno de los veteranos, Tomasson, si bien el resto tampoco es que estuviera precisamente acertado.

Con la diferencia de dos goles, Japón se hizo dueño y señor del choque. Su pulmón dio para aguantar los 90 minutos a un ritmo endiablado y ni siquiera pasó apuros en el juego aéreo, que se presuponía un arma valiosa para Dinamarca.

Pleno «tulipán»

Holanda confirmó ante Camerún su condición de líder intratable del grupo E al alcanzar el pleno, igualando hasta ahora a Argentina. Los «tulipanes», que jugaron con la mayor parte de sus titulares no se dejaron sorprender por unos «leones indomables» ya eliminados y que han sido una de las grandes decepciones de este Mundial, finalizándolo sin poder estrenar su casillero.