Reitera, tras saber que su equipo seguirá con menos dinero, que desea acabar de naranja y esperará al final del Tour para conocer la oferta de renovación, aunque escuchará otras que lleguen.

¿Cómo afronta este Tour?

Suelo utilizar como preparación la última carrera antes de una grande, Burgos antes de la Vuelta y la Dauphiné previa al Tour. He hecho un buen trabajo, mejor que en el 2008. Entonces acabé a más de media hora y éste a diez minutos habiendo una crono larga. Eso hace pensar que la preparación va por bastante buen camino.

No suele fallar al buscar su forma para los grandes objetivos...

En las tres últimas grandes no he fallado, con dos podios y un sexto puesto en el Tour. La experiencia debe servir, aunque cada año es diferente, soy uno más viejo y los rivales y la carrera cambian, y a veces no se acierta. Intento no cambiar y hacerlo mejor. A ver si sirve también este año. En todas las grandes intento mejorar la participación anterior y lo he logrado siempre, aunque vamos poniendo el listón alto y cuesta... En un Tour sería lograr una victoria de etapa y mejorar algún puesto en la general. En el 2008 fui sexto y a ver si las piernas responden para pelear por el cajón o finalmente subir algún puesto en la general.

¿Se ve con opciones al podio?

La carrera te pone en tu sitio rápido y me gustaría estar cerca o peleando por él. Será complicado, pero en el 2008 estuve cerca y fallamos sólo el día del Tourmalet, donde perdí dos minutos y medio preciosos. A ver si solventamos todas la etapas, sobre todo las primeras sin perder nada de tiempo y estamos en la pomada hasta el último momento.

Antepone la etapa a la general.

Levantar las manos es lo que nos gusta a todos. En mi palmarés hay cinco etapas en la Vuelta y dos podios y una etapa del Tour lo decoraría mejor.

¿Tiene etapas marcadas?

Hay etapas. El Tour da oportunidades a todo el mundo. Hay dos, la de Bagneres de Luchon y Saint Jean de Maurienne para atacar bajando, pero hay que coronar con los de adelante. Vamos a esperar a que las fuerzas respondan y aprovechar alguna de estas etapas. Luego el principio del Tour te marca los objetivos. El Tour empieza en la etapa del pavés. Hasta ahí será parecido a la Vuelta del año pasado, con tres etapas muy peligrosas y una caída masiva que fue dentro de los tres últimos kilómnetros, pero si llega a ser a tres y medio... Hay que ser cautos en las etapas de Holanda y Bélgica y ahí empieza el Tour. Quizás no pase nada, que es lo que todos esperamos, que salgamos enteros porque se prevé que pueda haber una caída.

¿Qué le parece el pavés?

Es un factor más y será peligroso como las continuas isletas y bordillos en medio de la carretera y si a eso se une la tensión que habrá dentro de los coches y que la trasladarán a los ciclistas se dan un cúmulo de circunstancias que pueden acabar en una tragedia. Esperemos que no sea así.

¿Y el resto del recorrido?

En los Alpes habrá diferencias, no tanto como en Pirineos, pero van a ser de muchísimo desgaste. Los Pirineos son muy duros. Toda la última semana con cuatro etapas durísimas, final en el Tourmalet y la última crono de 50 kilómetros. El Tourmalet se me atragantó de la Mongie para arriba, pero espero que este año no pase lo mismo y estar en la pelea porque va a ser una pasada ver la cantidad de gente que se va acercar a Pirineos. La marea naranja lo será más que nunca. Va a ser increíble y creo que entre el Tourmalet y la crono va a estar el podio.

¿Cuáles son sus favoritos?

A Contador lo he visto a tope en Dauphiné y es el favorito número uno porque en el tú a tú es imposible ganarle en la montaña y en la crono marcha fenomenal. Lo tiene todo a su favor. Y hay más favoritos con los que intentaré estar en la pelea. Si no, es que no estoy bien.

¿Cómo se afronta un Tour sin renovar y sin ofertas para seguir?

Es una situación delicada. Por las palabras del lunes se sabe que el equipo sigue, pero no se conoce a qué nivel, si habrá presupuesto para mantener la plantilla. Se están buscando nuevos patrocinadores, Miguel está haciendo todo lo que puede para lograr el mayor presupuesto posible para retener a los ciclistas que funcionan, pero hoy es una incógnita porque no sabemos el presupuesto del equpo y no hay ninguna oferta para nadie.

Miguel, Igor y todos saben que me gustaría acabar de naranja y por supuesto que estoy dispuesto a esperar. Lo que no voy a hacer es taparme los oídos y no escuchar ofertas porque es la ley de la oferta y la demanda. Alguno está nervioso, porque no se sabe en qué condiciones, pero los ciclistas debemos centrarnos en la carrera y hacer un buen Tour porque si hubiera alguna duda eso nos ayudará para negociar con los equipos tras esta prueba.