Obama extiende la alfombra roja a Netanyahu en la Casa Blanca
A la tercera fue la vencida. Netanyahu compartió foto y fue agasajado por Obama en la Casa Blanca. Atrás queda el rapapolvos con que el presidente de EEUU recibió en marzo al primer ministro israelí, quien tuvo que cancelar una segunda visita en pleno abordaje militar israelí a la flota humanitaria a Gaza. Obama ha decidido pasar página y regalar los oídos de Netanyahu para impulsar el desbloqueo y volver a andar. El problema es que, a fecha de hoy, no hay destino.
GARA
El presidente Obama extendió ayer la alfombra roja en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu en un encuentro destinado, sobre todo, a mostrar que ambos dirigentes habrían reencontrado un suelo tras meses de crispación.
Sobre el fondo, los analistas no auguraban importantes avances en la medida en que ambos líderes aducen escaso margen de maniobra por razones de política doméstica.
Escaso margen de maniobra pero por distintas razones. Renuente o incapaz de cruzar determinadas líneas rojas que podrían poner en peligro la relación privilegiada entre EEUU e Israel -y de paso, privarle del apoyo del influyente lobby judío-, Obama habría decidido cambiar de táctica, vistos los escasos resultados de su política de presión, más simbólica que real, sobre Tel Aviv.
En su última visita a Washington, Netanyahu recibió una bienvenida glacial después de que su Gobierno anunciara la construcción de 1.600 viviendas para colonos en un barrio de Jerusalén Oriental.
El primer ministro israelí tenía asimismo previsto repetir visita a la Casa Blanca a finales de mayo pero postergó el viaje por la crisis generada por el asalto sangriento del Ejército (Tsahal) a la flota de barcos con destino a Gaza.
Tras el encuentro en el Despacho Oval, Obama anunció que los lazos de la histórica entente entre EEUU e Israel «son inquebrantables» y no dudó en presentar al halcón Netanyahu como un dirigente «serio» cuando afirma que quiere dialogar con las autoridades palestinas.
«Progresos» en Gaza
El presidente estadounidense elogió los «verdaderos progresos» en Gaza, en referencia a la promesa israelí de un alivio del bloqueo que mantiene contra la Franja. Este anuncio responde a un intento de sacudirse la presión internacional por el salvaje abordaje a la Flotilla de la Libertad, que se saldó con la muerte de nueve solidarios turcos.
En fin, el inquilino de la Casa Blanca se pronunció a favor del inicio de «negociaciones directas» entre Israel y la Autoridad Palestina (ANP) de Cisjordania antes de que el 26 de setiembre expire la moratoria en la colonización judía de Cisjordania. Netanyahu puede darse en este sentido por satisfecho, ya que llevaba en la carpeta de su viaje a Washington la petición de que EEUU fuerce a la ANP a que acceda a pasar de las actuales conversaciones indirectas a un proceso negociador. Lo que no está nada claro es sobre qué versarían unas hipotéticas negociaciones, a falta tanto de contenido como de interlocutor -la ANP representa a poco más que sus actuales dirigentes. Tampoco trascendió la petición de Obama de que Israel prorrogue la moratoria colonizadora como gesto previo a ese enésimo y anunciado intento negociador.
Ambos dirigentes posaron para las fotos oficiales -esta vez no hubo desplante alguno- y reanudaron la reunión con un desayuno de trabajo.
Las colonias judías representan el 42% del territorio palestino ocupado de Cisjordania, según un estudio de la organización israelí de derechos humanos Betselem.
Un quinto (el 21%) están erigidas sobre tierras que Israel reconoce como terrenos privados palestinos, en contraposición con aquellas parcelas que el Estado judío califica como «terrenos del Estado» aunque, según la legislación internacional, toda Cisjordania es territorio ocupado.
Betselem adelantó ayer las principales conclusiones de un informe que dará a conocer la próxima semana y está basado en documentos oficiales del Estado, entre ellos mapas de la Administración Civil, el organismo militar israelí dependiente de Defensa que gestiona los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados.
Mientras Netanyahu aterrizaba en Washington, una ministra de su Gabinete advirtió de que Israel retomará la construcción de nuevas colonias en Cisjordania cuando expire en setiembre la moratoria, «No hay la menor duda. La construcción se retomará en Judea-Samaria (término bíblico con el que Israel define a Cisjordania) inmediatamente después de que expire el plazo», señaló a la radio militar Limor Livnat, ministra de Cultura y Deportes.
La población en las colonias crece sin cesar, un 28% en los últimos tiempos, de 235.000 a más de 301.000 sin contar Jerusalén Oriental.
Y hay proyectos para construir 40.000 nuevas viviendas, lo que supondría que en unos meses la población colona en Cisjordania superaría el medio millón. GARA