Agirregabiria, «fuerte de ánimo pero flojo» cuando llega ya al mes de ayuno
Oihana LLORENTE |
Mañana se cumplirá un mes desde que el joven Arkaitz Agirregabiria emprendiera una huelga de hambre de carácter indefinida en las cárcel francesa de Bourg-en-Bresse. El objetivo de la misma es acabar con el aislamiento al que le tienen sometido, y su padre, que lo visitó el pasado viernes, ha asegurado a GARA que se encuentra «anímicamente muy fuerte, pero físicamente muy bajo».
Pese a todo, el joven de Santutxu, según su padre, está convencido de seguir adelante con la protesta. «Él tiene muy claro que tiene sus derechos y está dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias», apostilla.
Al mismo tiempo, su padre no esconde la preocupación por el estado de salud de su hijo, y es que el viernes, este jóven bilbaino contaba con catorce kilos menos. Apuntó además, que lo encontraron «nervioso» y que debido a su estado de salud no lleva una vida normal en la cárcel; «al sentirse débil evita los paseos por el patio, por lo que está la mayor parte del día echado», describe su padre.
Agirregabiria no tiene derecho a llamadas por lo que sus allegados no tienen conocimiento de su estado hasta que van a visitarlo una vez por semana, algo que como confiesa es «muy duro». Critica además, que la cárcel está a mil kilómetros y que la combinación para llegar a ella es «muy mala».
Con objeto de denunciar la situación que padece, el movimiento pro amnistía ha convocado para el viernes una manifestación que partirá a las 21.15 por las calles del barrio bilbaino de Santutxu.
Por otro lado, 150 personas se manifestaron el lunes en Santurtzi en apoyo a su vecina Anuntzi Alonso y la lazkaoarra Anitz Eskisabel, que ingresaron ayer en prisión para cumplir los años de condena que les restan. Ayer 130 personas se manifestaron en Lazkao.
Asimismo, 26 personas se congregaron el lunes en Altza; 10 en Añorga; 53 en Laudio; 52 en Oiartzun y 24 en Otxarkoaga. Ayer fueron 50 en Ibarra.