El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, se mostró ayer «convencido» de que su tercera visita a la isla de Cuba como jefe de la diplomacia española será «exitosa».

Moratinos llegó a La Habana en la madrugada de ayer, en una visita que se prolongará hasta mañana y en la que se reunirá con representantes de la Iglesia y el Gobierno cubanos, con el fin de acompañar el diálogo que ambas instituciones mantienen en relación a los disidentes presos.

El canciller español mantuvo ayer un encuentro con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y estaba previsto que también se entrevistara con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, quien lleva personalmente el diálogo con las autoridades. Del mismo modo, Moratinos espera que lo reciba el presidente, Raúl Castro, aunque este último encuentro no estaba cerrado ni concertado.

Gestos

Fruto del nuevo escenario de diálogo, dos disidentes fueron liberados, otros doce fueron reubicados en cárceles cercanas a sus hogares.

En ese sentido, el diario mexicano «La Jornada» apuntó ayer que se estarían dando movimientos dentro de las cárceles cubanas de cara a la liberación de prisioneros.

Según Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, se han hecho exámenes médicos y tomado fotografías a unos 30 ó 40 disidentes, a quienes se ha preguntado si en caso de ser liberados pensarían en emigrar, a qué país y con qué familiares.

Estos movimientos ayudarían a cambiar la postura de la UE hacia la isla, que aplazó a setiembre el debate sobre la Posición Común. Pese a todo, el Gobierno de La Habana sostiene que no cederá a «chantajes» ni presiones, acusando a la Unión Europea de mantener una «doble moral».