Mundial 2010 Partido por el tercer y cuarto puesto
Alemania sudó tinta para colgarse la medalla de bronce
Alemania logró la tercera posición del Mundial ante un equipo, el uruguayo, que fue fiel a su estilo y que con su descaro a punto estuvo de vencer el duelo.
URUGUAY 2
ALEMANIA 3
Koldo AKORDARREMENTERIA
Siempre se teme por el nivel de los partidos en los que se disputa el tercer y cuarto puesto. La falta de ambición que conlleva el hecho de no poder hacerse con la victoria, suele ser objeto de denuncia muchas veces acusando a los jugadores de no haber dado lo mejor de sí mismos.
No obstante, y a pesar de que a pocos les gusta jugar estos partidos, ayer nadie lo quería perder. Nadie quería despedirse de Sudáfrica con una derrota, y la intensidad fue la nota dominante durante todo el duelo.
Los primeros minutos de tanteo vinieron aderezados con duras entradas y choques que ya preveían un partido acelerado y algo bronco. En esos minutos de golpeos recíprocos el juego se desarrolló alrededor del círculo central del campo, lejos de las áreas. Sin embargo, de la nada llegó el primer gol del conjunto germano.
Schweinsteiger probó suerte de lejos con un duro disparo, pero el balón volvió a coger una extraña parábola que le impidió a Muslera blocar el balón; Mueller, que pasaba por allí, no tuvo más que rematar a placer.
Parecía que se volvería a repetir el guión con el que Alemania venció tanto a Inglaterra como a Argentina, y que otorgando la posesión a Uruguay, se aprovecharían de las contras que llegarían con el paso del tiempo.
Pero nada de eso sucedió. Uruguay controló la medular, haciendo gala de un gran físico que trasladaron a la presión de las filas teutonas. En una de estas acciones los uruguayos robaron el balón a Schweinsteiger, y tras armar un veloz contraataque, el balón le llegó a Cavani, que tras aguantar con mucho temple, batió por lo bajo a Butt.
La primera mitad tocó a su fin, con un empate que dejaba todo abierto. Mientas, las pulsaciones de los jugadores volvieron a ocupar umbrales de su capacidad aeróbica.
El segundo tiempo comenzó sin cambio alguno. Alemania quería manejar el balón en los primeros tres cuartos de campo, pero Uruguay volvió a acechar la calma, y Forlán, con un soberbio remate de volea picando al suelo lograba adelantar a la selección sudamericana.
Uruguay saboreaba el bronce, pero aún quedaba mucho. Demasiado. El primer golpe llegó en una jugada aislada. Justo en el momento en que el dominio uruguayo comenzaba a ser considerable, Boateng se sacó de la bota un precioso centro que remató Jansen a las mallas tras un grave error de Muslera.
De nuevo llegó el empate (2-2), pero quedaba poco para la dinamita final. Corría el minuto 81, Özil sacó un gran córner, y tras un despeje erróneo de la defensa uruguaya, Sami Khedira remataba de cabeza a las mallas al único lugar al que no podía llegar Muslera.
La victoria parecía sellada, pero este equipo uruguayo no sabe de rendiciones y en el minuto 93 Forlán dio el último susto, cuando tras una falta estrelló el balón contra el larguero.