Bi urte bete ziren atzo Unescok Zestoako Ekaineko kobazuloa gizateriaren ondare izendatu zuenetik, eta, horren harira, estreinakoz Ekaindarren Eguna ospatu zuten zestoarrek. XXI. mendean bizi garen arren, une batez egungo garaia utzi eta milaka urte atzera egiteko aukera izan zen Zestoan. Suaren aurkikuntza bera ere gertutik bizi ahal izan zuten bildutakoek: Ekainetik heldutako gizakiek sua nola egiten den erakutsi zuten txiki eta nagusien harridurarako Foruen plazan. Ondoren, urdaila gozatzeko aukera izan zen historiaurreko pintxoekin. Azkenik, tailerrak izan ziren historiaurreaz gehiago jakin nahi zuten guztientzat.

Norah Jones, nacida el 30 de marzo de 1979 en Nueva York, es hija del maestro indio del sitar Ravi Shankar y la enfermera Sue Jones. Norah vio las primeras fluerescentes después de terminar la relación entre ambos. Vive con su madre en Nueva York durante cuatro años, hasta que se trasladan a Grapevine (cerca de Dallas, Texas), donde vive hasta los veinte.

Es en Grapevine donde Norah se interesa por discos de blues y jazz de voces como Billie Holiday, Etta James, Aretha Franklin, Ray Charles, Bill Evans, Joni Mitchell y otros. A estas influencias, hay que añadir las recibidas por vía de su abuela, aficionada al country de los outlaws tipo Hank Williams a Willie Nelson.

Norah empieza a estudiar canto y se suma al coro de la iglesia para cantar gospel, al tiempo que inicia las clases de piano y saxofón (a los siete). Su primer contacto con el jazz lo tiene en Dallas, al ingresar en su adolescencia en el Instituto Broker T. Washirable. En 1996 y 1997 gana varios premios de interpretación y composición para estudiantes.

Al finalizar el instituto, entra en la Universidad de North Texas, donde estudia piano y teoría en el programa de jazz. Allí se especializa en teclado de jazz y forma su primer grupo. De ahí pasa a tocar el piano y cantar regularmente en un restaurante italiano.

Con veinte años cumplidos, Norah regresa a Nueva York para unas breves vacaciones, y ya no vuelve a Texas. La joven se involucra en el circuito de clubes y conciertos de Greenwich Village, donde colabora con diversas bandas y grupos.

Durante dos años se gana la vida cantando en salones de jazz, almuerzos y happy hours, muchas veces ante menos de quince personas y cobrando sólo de las propinas que les daban los clientes.

En uno de esos conciertos le escucha Shell White, miembro de la discográfica EMI, una noche del año 2000. Le gusta lo que oye y le pide una demo con sus canciones. Éste se la pasa a su amigo Bruce Lundvall, director de Blue Note, el reputado sello de jazz.

Desde ese momento su vida cambia. Graba un disco de jazz que entusiasma, «Come away with me» (más de 20 millones de copias vendidas) y, aclamada, disco tras disco llega a «The Fall», un álbum exquisito con arrebatadoras canciones como «Light as a feather», «Waiting», , «Tell yer mama», «Stuck»... o «Back to Manhattan». El álbum es preciosista y muestra la inmensa calidez de la voz de Norah, entre el soul, el country... y el pop. Sin embargo, el jazz ha desaparecido para frustración de sus aficionados. Gana el pop-country, pierde el jazz.