Sylvain Chavanel logró ayer en la estación de Les Rousses su segunda victoria de etapa de este Tour tras la de Spa, y recuperó el liderato perdido por la mala suerte que le persiguió en el pavés. Volvió a demostrar su fuerza y combatividad al atacar en la parte final, superar a todos los escapados y llegar a la meta por delante de Valls, que dio protagonismo y un buen segundo puesto al Footon, y el irundarra Juanma Garate, que fue tercero.

Como se esperaba, la primera etapa alpina no deparó movimientos importantes en el grupo de favoritos porque el puerto de la Lamoura no presentaba grandes desniveles y desde el alto quedaban cuatro kilómetros llanos hasta meta. Era una etapa propicia para otro tipo de ciclistas de fuerza, porque el recorrido era un continuo sube y baja con una temperatura muy alta que provocó que sólo buenos corredores disputaran la etapa.

Chavanel completó un festival del Quick Step que hizo recordar al del primer día, ya que también se escapó Jerome Pineau, que cumplió su palabra de atacar para defender su maillot de la montaña. Se marchó de salida con Rubén Pérez (Euskaltel), Hondo (Lampre), Knees (Milram) y Dumoulin (Cofidis). Llegaron a tener 8,35 de ventaja, pero la dureza del recorrido, el fuerte calor y la pelea de los que no entraron en la fuga hizo que la ventaja decreciera rápido.

Los corredores de fuerza del pelotón se movieron en la parte final. En la Croix de la Serra empezaron a saltar Voeckler (Bouygues), Garate (Rabobank), Valls (Footon), Dani Moreno (Omega) y por detrás atacó Chavanel, que demostró ser el más fuerte de este grupo de buenos ciclistas.

Ataque simultáneo

No podía tirar detrás de Pineau, que se había quedado con Hondo en cabeza, y a 17 de meta, de manera casi simultánea, el primero dejó al alemán y Chavanel a sus compañeros del grupo perseguidor. Luego el líder de la montaña esperó a su compañero y amigo para dejar sus últimas energías para trabajar un kilómetro y darle un respiro.

Por detrás Valls saltó del grupo en persecución de Chavanel y tras él salió Juanma Garate, para conseguir unos meritorios segundo y tercer puesto tras dejar por detrás a corredores del nivel de Cunego y Voeckler.

Chavanel llegó a tener hasta tres minutos de ventaja sobre el pelotón de favoritos, pero entonces Astana comenzó a trabajar en cabeza para hacer la primera selección. Así se quedó Cancellara, que estuvo muy justo toda la etapa sin aguantar el amarillo con el que llegaba muy cerca de la frontera suiza.

De los aspirantes a las plazas de honor, Klöden, Karpets y Casar fueron los únicos que se quedaron. Llegaron a 2.13 del grupo de los 35 corredores más fuertes. Entre ellos estaban Samuel Sánchez y ningún corredor vasco, al margen de Juanma Garate, que entró por delante.

Una llegada más selectiva

Sí se esperan los primeros movimientos de los favoritos hoy en la segunda llegada en alto de Morzine, ya que es más duro y en la parte final no hay metros de llano. A 34 kilómetros de meta se corona un puerto duro de Primera, La Ramaz, de 14,3 kilómetros al 6,8%, después uno de Tercera y se acaba en Morzine (1ª, 13,6 kilómetros al 6,1%).