Crónica | Pearl Jam en el Bilbao BBK Live Festival
Los ecos de la generación del grunge resonaron en Kobetamendi
Fuera o no marketing la oleada de bandas grunge que florecieron en los primeros noventa se apoderaron de los corazones de toda una generación. El viernes el Bilbao Live propició que seguidores y dos grupos esenciales refrescasen la memoria.
Izkander FERNANDEZ
Como toda adscripción temporal, una generación comparte una memoria colectiva en la que los referentes culturales pasan a ser recuerdos imborrables de un tiempo más amable que nunca volverá.
El sector de la población que en 1991 tenía entre 12 y 16 años, asistió sin saberlo a la última sacudida que el rock tenía programada hasta el presente. Inocentemente se habló del carácter cíclico del rock, ya que tras unos vibrantes primeros años de la década de los noventa, el ingenio, la rabia y la chicha del rock fue a parar al ostracismo.
Si bien, en la época actual hay bandas con posibilidades artísticas suficientes como para brillar, el mayor problema es que ya no existe un firmamento donde hacerlo puesto que la crisis de la industria discográfica y la diversificación del entretenimiento se han cargado tanto el cielo como las estrellas.
Así, asistimos a que los grandes nombres de la música actual no son actuales, sino una selección natural de artesanos y seres supremos variados que han sabido aguantar el paso del tiempo equilibrando talento, comercialidad, principios y espectáculo.
Es en torno al año 2010 cuando gente como Bruce Springsteen, AC/DC, Rolling Stones, Guns N' Roses, Red Hot Chilli Peppers, Faith No More, The Who, Motley Crue, Kiss, Alice In Chains o Pearl Jam han llegado con sus conciertos a Euskal Herria. Ellos han sido los grandes reclamos de festivales y conciertos multitudinarios por encima de cualquier grupo aparecido en la escena en los últimos diez años.
Todo tiene una explicación: quien creció viendo los videoclips de Pearl Jam y Alice In Chains tiene ahora la edad de gastarse la pasta en ir a ver el directo y la actualidad de algunos de sus recuerdos más amables.
Porque sí, porque Kobetamendi es un monte, una creación geológica y natural, pero el viernes también era una montaña de nostalgia y recuerdos que se fundían con el lamento de las guitarras de Seattle.
Alice In Chains fueron una de las cuatro cabezas visibles del iceberg del grunge y Seattle. Sufrieron por culpa del sufrimiento innato de su cantante, Layne Staley, y se vieron relegados a las catacumbas tras la muerte de éste por sobredosis. Hace unos pocos años el otro líder de la banda, el guitarrista Jerry Cantrell, decidió resucitar la banda.
La del BBK Live fue la segunda visita de AIC a Euskal Herria ya que ya se pasaron por la Santana bilbaina para presentar en sociedad a su nuevo cantante, William Duvall. En Kobetamendi Cantrell y los suyos repartieron el repertorio entre su reciente «Black Gives Way to Blue» y discos clásicos del calibre de «Dirt», «Jar of Flies» y «Alice in Chains».
Alice In Chains fue lo mejor de la jornada perpetuando esa atormentada imagen que alimenta la aureola de maldición y tristeza que siempre ha rodeado la banda. Empezaron con «Rain when I Die», «Them Bones» y «Dam that River», tres éxitos del cuarteto más oscuro de Seattle que casaron a la perfección con temas de reciente creación como «Check my Brain». Los momentos más sobrecogedores llegaron con «Nuttshell», «Rooster» y el recuerdo para Layne Staley.
Pearl Jam llegaban a Euskal Herria por cuarta vez y quizá ofrecieran en Bilbao su repertorio más condescendiente con el gran público. Comenzaron energéticos, continuaron densos y terminaron con una media hora histórica y repleta de los clásicos que la mayoría de los asistentes querían escuchar. «Daughter», «Rearviewmirror», «Black» y «Alive» fueron las protagonistas de esta recta final de ensueño.