El Barcelona tiene ya un principio de acuerdo con el Sevilla para hacerse con los servicios de Adriano, jugador polivalente que puede manejarse en ambos carriles, aunque habitualmente lo suele hacer por la izquierda.

El traspaso le costará a la entidad culé una cantidad fija de diez millones de euros, que podría incrementarse hasta los 13,5 con una serie de variables. Se trata, así, del primer fichaje de la era Rosell -fue Laporta quien culminó la compra de Villa-, y uno de los puestos a cubrir demandados por el técnico culé Pep Guardiola.

Más complicada parece la deseada incorporación de Cesc Fábregas. El nuevo mandatario culé reconoció que el Arsenal está bastante enfadado con las maneras mostradas por la entidad azulgrana para hacerse con el futbolista catalán. Por si ello fuera poco, la ahora reconocida frágil situación económica del Barcelona hace más difícil todavía su fichaje.

Pedro León

Hace apenas un año, el Real Madrid atosigaba el mercado futbolístico con megalómanas presentaciones de grandes estrellas, en las que su presidente, Florentino Pérez, sacaba pecho por sus millonarias adquisiones.

Consumado el fracaso deportivo con tal estrategia tras la sequía de títulos de la pasada temporada y algún que otro ridículo, la entidad merengue se centra ahora en futbolistas menos mediáticos. Ayer fue presentado el ex del Getafe Pedro León y suena la promesa germana Sami Khedira.