Algún día se entenderá que en términos generales, lo que mejor le sale a los productores, guionistas, directores y actores de la península ibérica, es la parodia. Claro está que hay intentos televisivos de ofrecer algo con mayor empaque, pero entonces es cuando se ven las costuras, la falta de pulso, las deficiencias narrativas y, muy especialmente, las interpretativas, donde se nota demasiado una sobreactuación o una infra-actuación, nefandas deficiencias ambas para la credibilidad de personajes en géneros mayores. En cambio, se colocan cuatro cachondos, o doscientos, haciendo guiones más o menos ocurrentes, se colocan en un espacio único unos personajes que bordeen lo políticamente incorrecto, y entonces lo clavan. Es la parodia el género que más frecuentan, el que mejor hacen y el que, al parecer, mejor acepta una gran parte de las audiencias.

Con parte del equipo creativo de la versión española de «Cámara Café», se ha estrenado hace unos días en Cuatro, una serie diaria llamada «La isla de los nominados», con caras muy reconocibles en todos los asuntos del género paródico. El humor, en ocasiones salvaje, las situaciones imposibles, eso que cuando se tiene una intención artística más alta se puede llamar esperpento, en estos momentos televisivos, se queda en una parodia farsesca, con buenas dosis de humor y en donde, como casi siempre, depende de la entidad actoral de quienes encarnan cada uno de los personajes se logra estados de comunicación mucho más penetrantes.

No está logrando unas cuotas de pantalla excesivas, pero si tienen paciencia, puede ser uno de esos espacios que llegue a un número suficiente de telespectadores, probablemente jóvenes, por lo que tiene de rompedor en cuanto al tratamiento de algunos asuntos. Es una parodia farsesca, pero mantiene un poso crítico que la hace algo peculiar, especialmente porque es una mirada no retrógrada a cuestiones vitales del comportamiento humano, y el equipo actoral, en su conjunto, tanto los reconocidos, como las caras nuevas, aportan una frescura inusitada. Es un nuevo intento de esta cadena por encontrar una serie diaria que le aporte un tipo de clientela que parece habérsele esfumado.