Después de que el jueves declararan once ciudadanos vascos, ayer por la mañana se desarrolló en la Audiencia Nacional española la segunda sesión del juicio contra Udalbiltza con la declaración de Xabier Iragorri, Expe Iriarte, Jasone Astibia, Urko Irastorza, Maribi Ugarteburu, Juan Carlos Alduntzin, Miren Odriozola e Ibon Arbulu. Todos ellos negaron tajantemente que ni ETA ni Ekin hayan guiado nunca la institución nacional; es más, destacaron su pluralidad y la vocación de superar las siglas políticas. La vista oral continuará el jueves que viene con la declaración de la imputada Larraitz Sanzberro, que ejerce al mismo tiempo de letrada en el juicio.

Los encausados, uno por uno, explicaron ante la sala su relación con Udalbiltza, además de los objetivos de la agrupación y su labor. Así, ayer hablaron de la creación del Consorcio Udalbiltza, del Fondo Vasco de Cohesión y Desarrollo, de la recaudación de fondos para ayudas a proyectos empresariales en Zuberoa o de la organización de conferencias de paz.

Xabier Iragorri, con Zuberoa

El ex alcalde de Oiartzun Xabier Iragorri, que fue el primero en sentarse ante el tribunal presidido por Gómez Bermúdez, no contestó ni a las preguntas del fiscal Juan Moral ni del abogado del grupo Dignidad y Justicia, al igual que los demás imputados, A preguntas de su abogado, el oiartzuarra, que conoce y formó parte de Udalbiltza desde su fundación, explicó cómo y por qué se creó el Consorcio Udalbiltza. Relató ante el tribunal que, por ejemplo, en Oiartzun conocían la experiencia de otro consorcio, uno que agrupa a centros de educación, y que les había parecido un modelo que garantizaba que la relación entre ayuntamientos fuera de igual a igual y pública. «Es una fórmula de organización legalmente impecable», indicó Iragorri. De echo, la constitución de dicha agrupación se publicó en el Boletín Oficial y el Tribunal Vasco de Cuentas avaló que los ayuntamientos destinarán ayudas a la misma, concretamente el 1%.

Además de la acusación de «integración» en ETA que recae sobre todos los encausados, la Fiscalía también acusa a Iragorri de «malversación de fondos». Concretamente, se basan en las gestiones del denominado Fondo Vasco, al que alrededor de 70-80 municipios vascos destinan el 0,07% de su presupuesto para realizar ayudas a países subdesarrollados, y de la campaña de recaudación de fondos ejecutada para Zuberoa. Xabier Iragorri negó de forma categórica que nunca hayan dirigido partidas de dinero en beneficio propio.

Además, se han destinado ayudas a Cuba, Nicaragua o Sahara, entre otros. Para Iragorri, la contradicción es clara: «¿No se pueden destinar ayudas a Zuberoa, pero sí a Cuba?». Lo fundamental, para el procesado, es la solidaridad.

Expe Iriarte, la educación

La ex concejala de Iruñea Expe Iriarte tomó el relevo del vecino de Oiartzun. Iriarte, profesora de profesión, ejerció de concejala entre los años 1999-2003 en el Consistorio de Iruñea. Contó que en su vida profesional desarrolla proyectos e iniciativas pedagógicas en favor de la transmisión del euskara o de la cultura vasca. Así, tras la fundación de Udalbiltza, Iriarte formó parte de la comisión de educación. Haciendo referencia a la tesis de la acusación, que recoge que Udabiltza pretendía crear un gobierno paralelo, la abogada de la defensa, Jone Goirizelaia, preguntó a la profesora si ella había sido la ministra de educación, a lo que, entre risas del público, Iriarte respondió claramente que no.

Jasone Astibia, la cultura

Cuando llegó el turno de Jasone Astibia, que tampoco respondió a ninguna de las dos partes de la acusación, quedó en evidencia la inexactitud de las informaciones que manejan los abogados del grupo ultraderechista Dignidad y Justicia. La letrada se empeñó en preguntar a la ex edil sobre su cargo, confundiendo la localidad navarra de Zubieta con el barrio donostiarra. Astibia se incorporó a la comisión de cultura de Udalbiltza en el año 2000 para unos meses. La ex edil de Zubieta explicó que su labor fue la de elaborar un diagnóstico sobre la situación de la cultura en Euskal Herria. Curiosamente, la encausada navarra no fue arrestada en la operación policial de mayo del 2003 y la primera noticia de su presunta implicación la tuvo un año más tarde, al recibir una citación para declarar en la Audiencia Nacional. Declaró y no se tomó ningún tipo de medida contra ella.

Urko Irastorza, el deporte

Lo mismo ocurrió, y ayer se volvió a recordar, con Urko Irastorza, que fue el cuarto de la mañana en declarar. El ex edil de Lazkao tampoco fue arrestado en la operación policial y lo detuvieron un año y medio más tarde. Irastorza formó parte de la comisión del área deportiva de Udalbiltza, junto con otra veintena de electos. En la comisión compartían y discutían ideas y posturas relacionados con el deporte y tomaban las decisiones entre todos, según el encausado. Así, Irastorza quiso dejar claro que nadie más que los mismos alcaldes y concejales tomaban decisiones en Udalbiltza.

Por otra parte, la acusación mencionó que Udalbiltza tenía intención de poner en marcha una red nacional del deporte, hecho que confirmó Irastorza. Explicó cómo pretendían elaborar un listado de federaciones, clubes y demás entes deportivas. También tuvo que dar explicaciones sobre una jornadas celebradas en el Palacio Miramar de Donostia, jornadas que fueron abiertas y públicas, sin restricción de entrada.

J.C. Alduntzin, el territorio

Fue el ex alcalde de Pasaia, Juan Carlos Alduntzin, quien remarcó que en la asamblea celebrada en el Kursaal casi 800 concejales se reafirmaron en los cinco principios aprobados en el Euskalduna en el año 1999. Alduntzin explicó que participó en la comisión de organización territorial, en la que era responsable Jon Jauregi (PNV). Explicó que uno de sus proyectos era la de completar un mapa meteorológico de Euskal Herria que se pondría a disposición de cualquiera en internet. La acusación también ve indicios de delito en ello. La acusación popular formuló la pregunta que señalaba a Alduntzin como el fundador de una plataforma anti TAV. El ex alcalde negó ser el impulsor ni tener cualquier tipo de contacto con ningún grupo, aunque dejó claro que su postura es contraria al proyecto.

M. Ugarteburu, independiente

La que en muchas ocasiones ha ejercido de portavoz de Udalbiltza, Maribi Ugarteburu, fue la que se sentó ante el tribunal especial después de Irastorza. Ugarteburu rompió con la tesis de la acusación, que mantiene que el Consorcio Udalbiltza recogía «exclusivamente» a ediles de la izquierda abertzale. Amoroto, localidad donde fue alcaldesa Ugarteburu, es un municipio de unos 400 habitantes. Cualquier vecino puede ser elegido alcalde o edil, ya que eligen a particulares del censo, sin relación con partidos políticos.

Ugarteburu negó que el objetivo de Udalbiltza fuera alterar el orden constitucional y recalcó que su fin era trabajar por el país por encima de las siglas políticas. Tanto en los documentos de la Fiscalía como en informes policiales se viene repitiendo el término «Udalbiltza Kursaal», queriendo diferenciar dos etapas y retratarlas como diferentes. La encausada afirmó que la primera vez que escuchó dicho termino fue al día siguiente de la clausura de Udalbiltza y explicó que Kursaal es el palacio de congresos de Donostia y «no un apellido de Udalbiltza».

M. Odriozola, con exteriores

Miren Odriozola fue la encargada de explicar el funcionamiento de la comisión de exteriores de Udalbiltza. La ex concejala de Azpeitia relató que su cometido era, entre otros, propiciar y mantener relaciones con agentes de diferentes países. Según declaró Odriozola, uno de los intereses de la agrupación de electos se centraba en la defensa de los derechos humanos y en conseguir la paz. Así se decidió elaborar una Carta de Derechos; la imputada aseguró que no fue ETA quien la impulsó.

Ibon Arbulu, sin relación

El último en declarar ayer fue el vecino de Bilbo Ibon Arbulu. Era sabido de antemano que para participar en Udalbiltza era necesario ser alcalde o concejal de algún municipio vasco. Curiosamente, Arbulu no ocupó ningún cargo municipal durante los años que funcionó Udalbiltza. El Ministerio Público recoge que el bilbaino era miembro de Ekin y que se encargaba de pagar a miembros del grupo. Aun así, la defensa dejó sin base esta acusación, alegando que Arbulu nunca ha sido ni procesado ni llamado a declarar por ser de Ekin. «No sé qué hago aquí», dijo.