Iban Mayoz, Arkaitz Duran y Aitor Pérez Arrieta son tres de los cinco vascos que debutan en el Tour junto a Imanol Erviti e Iban Velasco y al mismo tiempo son los más veteranos de un Footon que comenzaba la prueba con nueve ciclistas que se estrenaban en la Grand Boucle. Tres de ellos, Cardoso, Felline y Eibbegger, han tenido que abandonar, Valls ha sufrido una tendinitis tras su gran comienzo y los tres vascos quieren dejarse ver en lo que queda de carrera.

Iban Mayoz disputa el Tour como recompensa tras acabar 22º en un gran Giro. Recuerda que «en principio tenía el Giro como objetivo, el Tour ni me lo planteaba. En Italia me dijeron para venir aquí y encantado de poder estar en un Tour, que no es fácil. Hay muy buenos corredores que nunca pueden disputar un Tour y es algo muy bonito estar en esta carrera».

En diciembre se hacía a la idea de colgar la bicicleta tras recibir la baja de Xacobeo y ahora vive su mejor temporada: «He hecho un Giro bueno y ahora estoy en el Tour. ¿Qué más puedo pedir? El deporte es así, a veces estás arriba y de un día para otro te vas a la calle. Hacer el 22º en una grande como el Giro no es fácil. Aparte de andar bien, tiene que acompañarte todo y no sufrir caídas. Aquí en el Tour en la segunda etapa me caí y perdí un cuarto de hora y si empiezas así no se puede estar tan adelante».

Destaca del Tour que «desde dentro no tiene nada que ver con otras carreras, pero en lo deportivo es una buena prueba, pero una más, tampoco hay tanta diferencia. Lo que mueve sí, no tiene nada que ver con cualquier otra carrera».

Sobre todo será especial para él la llegada a los Pirineos: «Siempre han estado muy ligados a la afición vasca y poder pasar por ahí es algo increíble. Es algo que veía desde niño por televisión, sólo poder ser protagonista este año es algo grande y si haces una buena carrera o vas escapado ni te cuento».

No tiene un día marcado para coger una escapada porque »no puedes estar esperando todo el Tour a ese día, porque si no la coges te vas sin hacer nada. No es fácil hacer una `x' a una etapa y acertar. Eso está al alcance de los muy gallos. El resto tenemos que hacer lo que se pueda y mientras se pueda y llegar a París. Si no hay una desgracia lo damos por hecho. Aunque sea en la gruppeta, aguantaremos».

Admite que «el Giro pasa factura. Fue muy duro, con muy mal tiempo que te gasta. Eso se tiene que notar, pero de pronto no me noto mal y a ver si ahora que empieza lo gordo voy bien».

Pero este Tour le ha resultado muy duro: «Veías los porcentajes de los puertos de los Alpes y no parecen demasiado duros, pero con el calor el asfalto estaba derretido. Eran rampas del 6%, pero se ahogaba la bici y se me hacía realmente duro, cosa es que en otras carreras no pasa. Por ejemplo, el día que ganó Chavanel, el puerto no tenía mayores desniveles, pero se hacía muy duro por el asfalto. La bicicleta no avanzaba, parecía que te agarraban por detrás. Ese día Valls casi nos da una alegría. Si llega a ganar habría sido una locura, pero está bien lo que logró y a ver si en las etapas de montaña podemos hacer algo».

Arkaitz Duran debuta en el Tour en una temporada complicada en la que no pudo estrenarse hasta la Volta por culpa de una mononucleosis de la que se ha recuperado muy bien.

«Vengo a buscar una etapa»

El alavés estuvo muy fuerte en el pavés: «No estamos muy acostumbrados y en esa etapa me encontré con buenas piernas. Tuve la suerte de no sufrir ninguna caída ni ningún pinchazo y llegué bastante bien y eso que no habíamos ni visto los tramos. Me pilló la caída de Frank Schleck y algunas más y al tener que parar se marcharon los de adelante y fue imposible cogerles, pero tenía piernas para llegar más adelante».

A partir de ahí no ha forzado porque «vengo a buscar una etapa, no la general. Ir día a día. La idea es buscar la oportunidad y el momento de lucidez en una etapa y veremos cómo responden las fuerzas. Quedan muchas etapas e iremos viendo cómo recuperamos día a día».

Reconoce que «las etapas de los Pirineos me hacen ilusión porque estará la afición vasca allí animando y me gustaría tener buenas piernas y en una de esas etapas poder ir escapado y hacer algo bonito. Tampoco soy un escalador puro, lo paso mal, me falta un punto para estar con los mejores, pero tengo 20-30 por delante, no muchos más. La idea es intentarlo un día, buscar la fuga y llegar con un poco de ventaja sobre los favoritos».

Arkaitz destaca de lo que ha visto en su debut «todo lo que mueve el Tour, la gente que ve la carrera, la repercusión que tiene todo. Y el calor. Ha habido días de mucha humedad, de sudar mucho en carrera. Nunca me ha venido bien el calor y lo llevamos como podemos».

Sobre el rendimiento del equipo está satisfecho y es optimista: «De momento no está yendo mal y creo que irá mejor. Estamos haciéndolo mejor de lo que la gente podía pensar y podemos dar guerra porque queda mucha carrera todavía. Estamos

demostrando que hemos venido con un equipo muy joven y competitivo y estoy convencido de que haremos un buen papel».

Se le nota fresco pues su enfermedad le impidió correr hasta marzo: «No me vino tan mal. Últimamente he corrido bastante, pero no he llegado con muchos días de competición». De la carrera destaca que «van muy igualados Schleck y Contador, pero Andy está andando mucho. Lo vi en Suiza muy fuerte y está al mejor nivel, quizás un punto por encima de Alberto, pero lo veremos en Pirineos».

Aitor: «Llegar a París es bonito»

Aitor Pérez Arrieta debuta con 32 años y apunta que «llegar a París y sacarse la foto en el Arco del Triunfo es bonito y lograr el carnet, que no sé dónde lo dan, pero ya lo buscaremos. Todos los años he visto el Tour por la televisión, teníamos este año la oportunidad y no la quería desaprovechar. Cuando sea viejo podré decir que lo he corrido».

Estuvo a punto de no venir porque Footon no lo incluyó en la primera lista de nueve: «Había hecho merecimientos todo el año para estar aquí, pero en la última carrera no me había sentido muy bien y se crearon unas dudas sobre mi rendimiento. Por los intereses de Ampo me echaron una mano y convencieron a Matxin para venir».

Quiere dejarse ver porque «venir para ir en el pelotón tampoco te sirve de nada. Hasta ahora en algunas etapas he intentado estar en la fuga, pero si en carreras normales es difícil escaparse, en el Tour todavía más. Las etapas de montaña siempre levantas el pie para estar al día siguiente más fresco y el máximo objetivo para mí es buscar una fuga e intentar disputar alguna etapa».

Añade que las de los Pirineos «son etapas en las que puedes ir escapado y sería bonito hacerlo delante de toda la afición. No me marco ningún día, quiero estar alguno adelante y que no sea muy tarde, porque cada vez es más difícil. Los equipos que no han ganado quieren estar adelante y tú mismo te creas más tensión y hasta te precipitas y gastas donde no debes gastar y atacas en mal momento. Hay que cogerlo con paciencia».

De su debut destaca «la grandeza de todo lo que rodea al Tour. Se ve que es un evento muy grande, es la carrera más importante de toda la temporada por la gente que ve la carrera y la importancia que se le da al corredor. Llegas a meta y no puedes ir en bici al autobús de la gente que hay, vas andando. Cuando te metes en carrera es una prueba más, aunque aquí el nivel de los ciclistas y la tensión es mayor, sobre todo al inicio».

Él evitó las caídas en esa primera mitad complicada, pero su pierna deja en evidencia la que tuvo en la Dauphiné y en su mente está grabada «la gorda que tuve hace un par de años. Con esa, el cupo está cubierto».