La capital kazaja acogerá la primera cumbre de la OSCE desde 1999
Astana, la capital de Kazajistán, acogerá antes de que acabe el año la primera cumbre al más alto nivel de la OSCE desde la de 1999 en Estambul. Las críticas a la falta de garantías democráticas de Kazajistán, país que preside por turno esta organización destinada a la resolución de conflictos y que agrupa a 56 miembros, y las críticas de Rusia a la inoperancia del organismo habían puesto en duda la posibilidad de que se celebrase la cumbre.
GARA |
Los 56 miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) acordaron ayer celebrar en Astana, capital de Kazajistán, la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de esa organización desde 1999.
«Hemos alcanzado un consenso sobre la necesidad de celebrar una cumbre antes de finales de año en Astana», aseguró Kanat Saudabayev, ministro kazajo de Exteriores y presidente de la OSCE, en rueda de prensa en la ciudad kazaja de Almaty.
Entre los 56 miembros de la OSCE se incluyen todos los países de Europa, Asia Central, EEUU y Canadá y su objetivo es colaborar en la resolución de conflictos. Afganistán, Japón, Corea del Sur y Tailandia son socios de cooperación y Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Marruecos y Túnez, socios mediterráneos para la Cooperación.
Saudabayev, que hizo esta anuncio al término de la reunión informal de Exteriores de la OSCE, añadió que la fecha de la cumbre será fijada por el Consejo Permanente de la organización, que se reunirá el próximo jueves en Viena.
El jefe de la diplomacia kazaja propuso ayer el 29 y el 30 de octubre como posibles fechas para la cumbre de la OSCE, que se reunió por última vez al máximo nivel hace once años en Estambul.
El Consejo Permanente de la OSCE también debe preparar los documentos políticos que serán abordados durante la cumbre, añadió.
«La cumbre sería una muestra de respeto al pueblo kazajo, el primero del mundo en cerrar un polígono de ensayos con armas nucleares y un factor de unión de la parte europea y asiática de la OSCE», señaló Nursultan Nazarbayev, presidente kazajo.
Las críticas contra la falta de avances democráticos en Kazajistán, cuyo presidente dirige el país centroasiático desde diciembre de 1989, pusieron en duda la posibilidad de que tuviera lugar la cumbre.
Con todo, la mayoría de países miembros opina que ya es hora de que la organización celebre una reunión al más alto nivel para acallar las críticas por su anacronismo, lanzadas principalmente por Rusia.
Moscú es partidaria de reorientar la atención de la OSCE hacia los asuntos más urgentes de seguridad, como Afganistán, dejando en un segundo plano «la defensa de la democracia», al considerar que esa función se presta a interferencias en asuntos internos de los diferentes países.
En Estambul, la OSCE urgió a Rusia a retirar sus tropas de Georgia y Moldavia, lo que aún no ha cumplido, ya que sigue estando presente en las proclamadas repúblicas independientes de Abjasia, Osetia del Sur y Cisdniéster.
Kazajistán considera que ha llegado la hora de realizar una nueva evaluación de las amenazas a las que se enfrenta el mundo, que han cambiado radicalmente desde finales del siglo pasado.
Una misión policial de la OSCE se desplegará en el sur de Kirguistán, escenario de enfrentamientos interétnicos en junio, «en las próximas semanas», indicó ayer el director del Centro de Prevención de Conflictos de la OSCE, Herbert Salber.
La OSCE anunció el viernes que se alcanzó un acuerdo con Kirguistán para desplegar durante cuatro meses en el sur de este país de Asia Central una fuerza policial de 52 personas para ayudar a la estabilización de la región.
«Creo que en las próximas semanas vamos a ver llegar a los primeros policías a Kirguistán», declaró Salber, que añadió que «no considero que la OSCE trabaje lentamente a la hora de tomar decisiones sobre esta cuestión».
Salber intervino durante la reunión que altos responsables de la diplomacia de los estados miembros de la OSCE celebraron ayer en Almaty (Kazajistán).
El envío de esta fuerza, encargada de aconsejar y asegurar la actividad de la Policía kirguís tiene que ser validado por el conjunto de los miembros de la OSCE y por el Consejo Permanente de la organización, cuya próxima reunión está prevista para el próximo jueves en Viena.
Los enfrentamientos interétnicos en el sur de Kirguistán de mediados de junio provocaron 316 muertos según el balance provisional, pero las autoridades kirguises han indicado que el número total de víctimas podría alcanzas las 2.000.
EEUU se mostró favorable al envío de esta misión policial, según indicó en Almaty, el secretario de Estado adjunto, James Steinberg, quien alabó el papel que debe jugar Kazajistán en la región. GARA
