El PP dice que el pacto con el PSE está sujeto a la respuesta del PSOE al PNV
A la espera de que el martes se resuelva en votación la respuesta del PSOE a las propuestas de resolución presentadas por el PNV el viernes en el Congreso español, desde el PP insisten en el peligro que corre el pacto con el PSE si el PSOE decide apoyarse en los jeltzales para sostener a José Luis Rodríguez Zapatero, a quien ya no le queda ningún socio posible más. El ex alcalde de Gasteiz Alfonso Alonso habló ayer de «riesgo de muerte».
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Con un PSOE aislado en las Cortes españolas y necesitado de algún apoyo para gobernar con cierta estabilidad, será el martes cuando se sometan a votación las propuestas de resolución presentadas en Madrid por el PNV. Entre otras cosas, se incluye una exigencia de respeto a las decisiones que adopte la ciudadanía vasca que calca un párrafo de uno de los borradores trabajados en las conversaciones de Loiola de otoño de 2006. Ante esta tesitura, desde el PP ya han comenzado a lanzar advertencias sobre la vida útil del pacto PP-PSE en Lakua.
Si el jueves, tras la reunión de la comisión de seguimiento del pacto suscrito entre PP y PSE para la gobernabilidad en Gasteiz, sus representantes incidían en la «buena salud» de la que goza ese acuerdo, desde el PP reiteran ahora advertencias al PSE, al que hacen ver que es incompatible con la hipotética aprobación de las propuestas jeltzales por parte del PSOE a cambio de negociar su apoyo para la estabilidad en el gobierno del Estado español y los presupuestos de 2011.
Si acepta, el pacto está «muerto»
«Si Zapatero acepta modificar el marco jurídico-político de la mano del PNV, a través de los acuerdos de Loiola y del derecho de autodeterminación, el pacto está muerto», señaló ayer de forma rotunda el presidente del PP de Araba, Alfonso Alonso, en una entrevista a Radio Euskadi.
Consideró que el presidente español «no puede cometer semejante deslealtad con su partido en Euskadi», pero reiteró que si lo hace, el Gobierno de Patxi López «estará en una situación insostenible».
Quien volvió a reiterar las condiciones jeltzales para apoyar al PSOE en Madrid fue el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, en un acto celebrado en Durango. Según informó la agencia Efe, recordó la posición solitaria de José Luis Rodríguez Zapatero, pero le recordó que puede apoyarse en el PNV. Un partido, segun dijo, «serio y responsable pese a los pesares».
Urkullu señaló que con el PNV «no valen los dobles lenguajes, sino que sólo vale la defensa seria y responsable de los intereses de Euskadi». Y reiteró que su mano está tendida «para alcanzar el autogobierno pleno, contar con voz en Europa y respetar la voluntad de esta sociedad. Está meridianamente claro. Nosotros queremos y podemos. Ellos, si quieren, pueden», añadió.
La «honradez» del PNV
Urkullu intentó evitar referencias a los casos de corrupción y de espionaje político en Araba que salpican a los jeltzales, aunque apuntó que en el PNV «sólo tienen cabida la honestidad y la honradez de arriba abajo. Todo lo demás, todo lo que sea utilizar otros medios, es colocarse fuera de nuestro partido».
«En el partido no vamos a permitir comportamientos que no respeten lo que somos; un partido con un limpio ideal al servicio del pueblo vasco, de todo el pueblo vasco», apostilló Urkullu en su intervención.
El presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, aseguró que las propuestas jeltzales al PSOE «son para poner negro sobre blanco» y servirán para medir «la voluntad política de un gobernante al que se le ve solo».
Como es costumbre en los actos jeltzales, el PNV empleó ayer su discurso más abertzale ante sus feligreses. El presidente del EBB jeltzale, Iñigo Urkullu, trajo a colación la figura del lehendakari José Antonio Agirre, cuando decía que «el pueblo no se construye en un día», para criticar así «a quienes con un `polo' -en alusión a la izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna- pretenden resolver todos los problemas de Euskadi de la noche a la mañana». Al otro lado del PNV colocó a «quienes se han unido para deconstruir» el país, en alusión a al pacto suscrito entre PP y PSE en Gasteiz. GARA