CRÓNICA Konpartsero eguna
Fiesta gastronómica con pintxo de premio para Txori Barrote
Las comparsas ocuparon un Arenal en obras para celebrar su día, antesala de Aste Nagusia, en el que lo gastronómico destacó entre las camisetas multicolores y la reivindicación de unas fiestas para todos.
Agustín GOIKOETXEA
Sorteando vallas y material de construcción, los comparseros instalaron ayer su campamento festivo en El Arenal para celebrar el Konpartsero Eguna; también los de Komantxe, a quienes el Consistorio bilbaino niega unos metros cuadrados para que levanten en Aste Nagusia su primer montaje txosnero. ¿Tendrán que ocuparlos?
La escasez de espacio vital hizo que hubiera que dejar los hinchables para mejor ocasión, lo que convirtió la matinal en una muestra gastronómica, en que cada una de las 29 comparsas preparó su menú para degustar en alegre camaradería bajo los grandes árboles del paseo. Fueron unas 1.400 personas las que participaron en la comida popular, a la que no se invitó al sol.
Pero antes, Bilboko Konpartsal tuvo tiempo de repartir 12.000 pimientos de Eusko Label y un millar de pintxos de la txistorra del bakioarra Patxi Renteria, mientras los comparseros se preparaban para competir en su concurso de pintxos.
Txipiron, pimiento y bacon eran parte de los ingredientes fijados por el jurado, que exigía que el txipiron fuera la estrella y que la cebolla o la tinta no ocultasen su intenso sabor. No lo tuvieron fácil los guisanderos encargados de la cata y de otorgar los premios, que fueron por este orden para Txori Barrote. Kobetas y Pinpilinpauxa. Los del pájaro carpintero se llevaron un alegrón, reafirmando que pese a los castigos estarán un año más, del 21 al 29 de agosto, en el olimpo festivo del Arenal para acompañar a Marijaia y saludar de paso al resto de iconos de Aste Nagusia.
En la sobremesa llegó la romería con Gozategi y la animación por las calles del Casco Viejo, donde no faltó la ronda por los establecimientos hosteleros para dar cuenta de los caldos y pintxos, nada que ver con historias de supuestas amenazas y chantajes que brotan de las locuaces bocas del alcalde, Iñaki Azkuna, y del consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares.
«Ya queda menos», fue una de las frases más repetidas mientras algunos aprovecharon el día en El Arenal para fijarse en las condiciones del muelle donde en pocas semanas comenzarán a levantarse las txosnas, santo y seña de Aste Nagusia.