El Tour entra hoy en los Pirineos, donde espera un programa de cuatro etapas de gran dureza que van a dirimir, por una parte, el duelo entre Andy Schleck y Contador por el triunfo final y, por otra, la pelea entre los aspirantes al podio, entre los que Samuel Sánchez parte con ventaja.

La organización de la prueba ha querido concentrar la mayor parte de la dureza de esta edición en los Pirineos para festejar los cien años que se cumplen desde que fueron ascendidos por vez primera en el Tour. Y si en unos Alpes mucho menos duros la selección fue muy grande, los Pirineos pueden marcar grandes distancias si la actitud de los dos favoritos es la misma que hace una semana. Y más tras el altísimo promedio con el que se corrió ayer.

Porque si en los Alpes sólo se subió un puerto fuera de categoría, La Madeleine, que hizo la selección, en los Pirineos esperan cinco junto a otros tantos de Primera. Hoy se sube Pailhères, (HC), 15,5 kilómetros al 7,9% de pendiente media, con dos kilómetros al 9,5 en la mitad y dos al 10 y 10,5% cerca de la cima, que se coronará cuando sólo queden 29 para la meta en Ax3 Domaines (1ª), un puerto corto y duro de 7,8 kilómetros al 8,2%, que tiene en su mitad uno al 10,5%. Del alto a la meta hay 1.500 metros de bajada y llano.

Mañana la atención estará puesta en el Port de Balés (HC), 19,3 kilómetros al 6,1%, en el que la dureza se concentra en los últimos nueve kilómetros, en los que la media está por encima del 8,4%. De la cumbre a la meta de Bagneres de Luchon sólo hay 21,5 kilómetros de bajada.

La etapa con más desnivel

El martes espera la etapa más dura entre Bagneres y Pau, de 200 kilómetros con dos Primeras de entrada, Peyresourde (11 kilómetros al 7,4%) y Aspin (12,3 al 6,3) y dos Hors de Categorie. El Tourmalet se sube por su vertiente más habitual, desde Saint Marie de Campan, 17,1 kilómetros al 7,3%, pero con unos últimos ocho en los que la media es del 9,3%. Se corona muy lejos, a 127 de meta, y después se sube el Aubisque desde Argelest Gazost por su vertiente más larga y menos dura, 29,2 kilómetros al 4,2% , aunque la subida al Soulor, que se corona a la mitad, no baja del 8%. Del alto a meta quedan 61 kilómetros que pueden disuadir a los favoritos.

Y para cerrar el menú pirenaico, tras una jornada de descanso, el jueves llegará la etapa con final en el Tourmalet (HC), que se sube por la vertiente menos habitual desde Luz Saint Sauver. Antes se ascienden dos Primeras: Marie Blanque (9,3 al 7,6%, en el kilómetro 56 de etapa) y Soulor (11,9 al 7,8% en el 118). La meta estará en la cima del Tourmalet (a 2.115 metros de altitud) tras 18,6 kilómetros al 7,5%.

¿Contador a la defensiva?

El servicio de prensa de Contador trasmitió ayer un análisis de los Pirineos en el que da a entender que correrá a la defensiva: «El mayor peligro es tener un día malo. En los Pirineos, con la dureza que tienen, la cuestión va a ser más no fallar que incluso sacar diferencias de tiempo. Si no veo las cosas claras. no probaré a atacar, porque mi posición respecto a la de Andy es buena y no voy a arriesgar más de la cuenta. Siempre te gusta estar por delante y, si puedo, lo intentaré, pero si no tengo una mala jornada en la contrarreloj, ésta es una desventaja que podría recuperar allí».

Cree que el que debe atacar es Andy Schleck. «El debe intentarlo más que yo en la montaña», afirma, sin dar mucha importancia a los nervios que dice verle su rival. «No sé exactamente quién está más nervioso, si él o yo», respondió Contador.