La presidencia belga de turno de la Unión Europea (UE) señaló ayer que las negociaciones de adhesión de Islandia se llevarán a cabo sin privilegios y que a Reikiavik le queda mucho trabajo por delante, según el ministro de Asuntos Exteriores belga, Steven Vanackere. Los principales escollos para la adhesión se refieren al medio ambiente, la pesca, la caza de ballenas y el sector de las finanzas, según apuntó Vanackere. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea aprobaron en el Consejo celebrado ayer el marco para las negociaciones de adhesión del pequeño país atlántico, que comenzarán formalmente hoy. El Gobierno de Islandia inició el acercamiento a la Unión Europea tras el colapso de su sector bancario, que precipitó al país en octubre de 2008 en una profunda recesión y le llevó a solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional. El 24 de febrero pasado la Comisión Europea emitió su dictamen favorable y el 17 de junio los líderes de la Unión respaldaron unánimemente el comienzo de las negociaciones. Islandia, de apenas 320.000 habitantes, representa el 0,08% del PIB de la Unión Europea.