El supuesto autor de la muerte de Amelia Amaya habría quebrantado la orden de alejamiento que pesaba en su contra después de que el pasado mes de mayo fuera detenido acusado de maltratar a su compañera sentimental.

El cadáver de la bilbaina de 36 años fue hallado el domingo por la mañana en su domicilio del barrio de Txurdinaga. En el lugar de los hechos fue identificada por la Ertzaintza su pareja junto a varios familiares.

Horas más tarde fue detenido tras realizar la autopsia y comprobar la Policía autonómica que el cuerpo había sufrido una muerte violenta y que pesaba una orden de alejamiento en contra de su compañero sentimental. La madre y un hermano de este último fueron también arrestados y acusados de encubrimiento.

La directora de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, Mariola Serrano, fue cuestionada por estos hechos en la concentración de repulsa realizada frente al Ayuntamiento de Bilbo y aprovechó para animar a las mujeres a seguir adelante con las denuncias y alejarse de sus maltratadores.

«Evidentemente las mujeres en esta situación sienten una inseguridad emocional, pero hay que animarles a que sigan adelante con la denuncia y el alejamiento porque es la única forma que tenemos de protegerlas», afirmó.

Serrano insistió en que las mujeres deben dar el «primer paso» y declaró que desde la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género ponen a su disposición «todos los mecanismos a su alcance».

Estas manifestaciones coincidieron con las realizadas ayer por la presidenta del Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán. Según indicó, en los últimos meses han apreciado un aumento de las víctimas de la violencia machista que retiran las denuncias por malos tratos.

Montalbán consideró en los cursos de verano celebrados en la Universidad Complutense de Madrid que esta situación es «preocupante». «Los malos tratos son muy peligrosos y encontramos, lamentablemente, algunos supuestos donde las mujeres han renunciado, han perdonado y finalmente, han perdido la vida a manos del marido, y por eso, yo haría un llamamiento para que las mujeres actúen, confíen en que el sistema se va activar y las va a proteger», declaró.

Acusación popular

Representantes políticos e institucionales y organismos sociales mostraron su repulsa ante la última muerte por violencia machista. En la concentración silenciosa realizada en las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbo participaron con el alcalde Iñaki Azkuna a la cabeza, miembros de la corporación municipal, el portavoz del PSE en Gasteiz, José Antonio Pastor, y el delegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces. También asistió la directora de Emakunde, María Silvestre, y la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Madariaga.

El primer edil jeltzale manifestó ante los medios que la muerte de Amaya es una «tragedia» y que la sociedad «no debe consentir» la «lacra» de la violencia de género, ante la cual dijo que «tenemos que seguir siendo firmes, cada vez con más prevención, pero castigando sin miramientos el delito».

Poco antes de la protesta, la Junta de Portavoces del Consistorio bilbaino emitió un comunicado en el que daba cuenta del acuerdo adoptado entre los grupos municipales de PNV, EB, PP y PSE para presentarse como acusación popular en el juicio por la muerte de Amaya.

En este sentido, invitaba a la ciudadanía «a posicionarse activamente ante cualquier expresión de violencia hacia las mujeres, denunciándola, no consintiéndola, no permaneciendo en silencio y mostrando su apoyo a las víctimas».