El primer ministro británico, David Cameron, expresó su enfado ante las trabas a la entrada de Turquía en la Unión Europea (UE), acusando, sin citarlos, al Estado francés y a Alemania, que se oponen a una adhesión completa, durante una visita oficial ayer en Ankara.

«Cuando pienso en lo que ha hecho Turquía para defender Europa como aliado de la OTAN y lo que Turquía hace ahora en Afganistán al lado de los aliados europeos, me enfado al constatar que vuestra marcha hacia la adhesión a la UE puede ser desanimada de la manera en la que lo ha sido», dijo Cameron durante un discurso ante empresarios.

Turquía dispone del mayor ejército de la OTAN en número de efectivos tras EEUU y constituye un elemento importante en el flanco sureste de la organización atlántica.

Mantiene alrededor de 1.800 soldados en el seno de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN en Afganistán.

«Es un error decir que Turquía puede montar guardia ante el campamento pero sin permitirle entrar en la tienda. Así, yo seguiré siendo vuestro defensor más firme para vuestra adhesión a la UE y para una mayor influencia en la mesa de la diplomacia europea», añadió.

Las negociaciones para una adhesión turca a la UE, iniciadas en 2005, avanzan con lentitud, debido a la oposición del Estado francés y Alemania, que rechazan la entrada en el club europeo de un país de 73 millones de habitantes, casi todos musulmanes.

«¿Saben quién dijo esto: `He aquí un país que no es europeo... su historia, su geografía, su economía, su agricultura y el carácter de su pueblo van en una dirección diferente. Es un pueblo que no puede convertirse en miembro completamente, a pesar de sus reivindicaciones y, puede ser, de sus convicciones'?», preguntó Cameron a los empresarios turcos.

«Fue el general De Gaulle quien dijo eso, describiendo al Reino Unido, antes de vetar nuestro acceso a la UE. Sabemos qué es estar excluido de un club. Pero sabemos también que las cosas pueden cambiar», respondió el primer ministro británico.

Londres es desde hace tiempo un ferviente partidario de la adhesión turca y Cameron ha prometido apoyar a Ankara. Berlín y París prefieren la fórmula de «socio preferente».