Munilla blande el «fracaso educativo» para reunirse con Celaá
El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, confirmó el domingo en Loiola que se mueve con soltura ante los medios de comunicación y logró en pleno desierto informativo saltar a sus titulares, al asegurar que la sociedad «padece un fracaso educativo». La consejera Isabel Celaá se reunirá en setiembre con el prelado para «intercambiar opiniones» al respecto.GARA |
Por segundo día consecutivo, en pleno agosto, José Ignacio Munilla tuvo protagonismo en los medios de comunicación gracias a la homilia pronunciada en Loiola con motivo de la festividad de San Ignacio. Ayer, la consejera de Educación, Isabel Celaá, informó de que en setiembre se reunirá con el obispo para «intercambiar opiniones» acerca de cuestiones sobre el actual sistema educativo autonómico, que la responsable de Lakua recalcó que «tiene excelentes resultados».
En rueda de prensa en la capital guipuzcoana, donde rubricó un convenio sobre guarderías con el Consistorio que preside Odón Elorza, la titular de Educación señaló que había mantenido una conversación telefónica con el prelado neoconservador esa misma mañana, en la que se citaron para reunirse el próximo mes para «intercambiar opinión acerca de las cuestiones que a él le preocupan y que yo también deseo aclarar».
La consejera consideró «muy importante que un obispo que habla a la ciudadanía en general tenga muy claros los resultados en la educación en general y en la educación vasca en particular», al tiempo que subrayó que la educación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tiene «excelentes resultados», con un índice en torno al 14,7% de abandono escolar, «equivalente al europeo».
Celaá insistió en que hay que tener un «altísimo grado de satisfacción con respecto a la educación» porque «hace 30 años los ratios eran los opuestos y solo un 20% accedía a la educación» y consideró que «la conquista del acceso universal a la educación está realizada». «Por lo tanto, no se puede hablar en genérico del fracaso educativo en nuestros días, me parece que eso es una exageración», añadió ante las preguntas de los periodistas.
Además, aseguró que el sistema universitario de la CAV, «aunque tiene un amplio potencial de mejora es un sistema educativo muy bueno, que además trabaja pivotando sobre dos lenguas lo cual es más complejo que trabajar sobre solo la lengua materna, y lo está haciendo con notables éxitos».
Fue la segunda vez en menos de 24 horas, en que Isabel Celaá se vio obligada a salir al paso de las manifestaciones del obispo donostiarra. En Azpeitia, a la salida de la basílica de Loiola, reflexionó en similares claves. «Es una conquista universal, todo el mundo accede a la educación y nuestro sistema universitario vasco goza de excelente salud», reiteró, antes de apostillar que al hablar de «fracaso educativo» el obispo igual se refería «a la educación religiosa o a la dificultad de penetración de la religión en los jóvenes, una cuestión ésta que ha de ser tratada y atendida por la propia Iglesia».
La presencia de autoridades en Loiola fue aprovechada por Munilla para hablar de «persecución» e «incomprensión» que, a su juicio, hay «contra aquéllos que actúan coherentemente en su fe católica». «Parece -resaltó el prelado ultraconservador- que hoy en día lo políticamente correcto tuviera que ser un poco frívolo, o un poco religioso, pero sin exagerar en ninguno de los sentidos».
Munilla advirtió de que aunque «vivamos en una cultura de raíces cristianas, existe una marcada tendencia colectiva a domesticar y rebajar el hecho religioso, a descafeinar la fuerza del Evangelio, a reducirlo a una serie de valores comúnmente consensuados, arrinconando todo aquello que presente contrastes excesivos». En este sentido, denunció «la incomprensión y la persecución» que, en su opinión, se da «contra aquéllos que actúan coherentemente con su fe católica».
Alternatiba criticó que Isabel Celaá se reúna con Munilla. «Está actitud evidencia que el PSE sigue teniendo un concepto decimonónico del ejercicio público y no ha asumido la superación entre Iglesia y Estado», señalaron.