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«Representaré la ausencia forzada de mi aita como él me lo ha pedido»

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Estibaliz Gorostiaga

Será la primera mujer que participe en la comida que la Cofradía de San Roque de Laudio ofrecerá el próximo 29 de agosto. Confiesa estar orgullosa tanto por ser la primera mujer que se sienta en la mesa en esta comida con cuatro siglos de historia como por ocupar el lugar de su padre, Pablo Gorostiaga, ex alcalde de Laudio y preso político vasco.

Oihana LLORENTE

Estibaliz Gorostiaga se inscribió el domingo en la Cofradía de San Roque y manifestó su intención de participar en la comida anual que se celebrará el último domingo de agosto. Fue el pasado junio cuando esta cofradía, con cuatro siglos de tradición, permitió la participación de mujeres, y será ella quien lleve a la práctica este derecho. La joven laudioarra se encuentra en medio de un revuelo mediático que, como admite, no esperaba. Y es que fue su padre, Pablo Gorostiaga, quien desde la cárcel de Herrera de la Mancha le instó a dar este histórico paso en la visita que mantuvo con él el sábado.

¿Qué le ha llevado a presentarse en la asamblea de la Cofradía de San Roque e inscribirse?

La primera motivación no ha sido tanto la reivindicativa, por el hecho de ser mujer, es más una iniciativa personal. Me lo ha solicitado mi aita, cofrade él, que se encuentra preso encausado en el macrosumario 18 /98. La iniciativa ha partido de él y ha sido él, un hombre, el que ha conseguido que se lleve a la práctica el derecho reconocido este año.

¿Cómo fue el momento en que Pablo Gorostiaga le pide que que conforme esta cofradía?

El había tenido tiempo de preparar la idea, pero a mí me lo dijo el sábado, de sopetón. Después de hacer los 600 kilómetros que nos separan de Herrera de la Mancha, salió al locutorio con una cara de ilusión terrible y me lo pidió. Dejó entrever que a él le gustaría estar de alguna manera presente en las fiestas de Laudio y que si era yo la que le representaba en esa comida, pues todavía mejor.

¿Qué fue lo que se te pasó por la cabeza en ese momento?

La solicitud en la asamblea de cofrades tenía que hacerla al día siguiente, así que tampoco tuve tiempo de pensármelo. Aún y todo creo que cualquier familiar de un preso político estaría orgulloso de poder representarle y, en este sentido, yo no tuve ninguna duda en hacer lo que me pedía. Más aún en estos momentos en los que nos quitan la palabra, tanto al Colectivo de Presos Políticos Vascos como a sus familiares. No podemos ni portar una foto, ni recordarles ni homenajearles, ni reivindicar, ni denunciar su situación... Por este motivo me pareció una buena idea que esta ausencia forzada esté presente. Y si soy yo el reflejo de él y de otros presos políticos, pues encantada.

Además de representar a tu aita, de alguna manera también representará a todas aquellas mujeres que no han podido ser cofrades.

Me he convertido en el reflejo de esa reivindicación y ese deseo por participar, y también me siento muy orgullosa de poder representarlo. Pero considero que esta es una pequeña aportación. Creo que no debería de ser noticia el hecho de que una mujer haga vida normal, pero también demuestra que resulta asombroso cuanto nos cuesta dar pasos así de simples y absurdos.

En mi vida he tenido mucha suerte y no me he encontrado con demasiadas dificultades por ser mujer, pero reconozco que eso ha sido gracias a todo el esfuerzo y la lucha callada de muchas mujeres que me han precedido. Y sí, me gustaría aprovechar esta ocasión para poder hacer un reconocimiento de ese trabajo, de la labor de las mujeres en general, de lo que ha hecho cada una en su ámbito.

Se encuentra en medio de un gran revuelo mediático, pero en Laudio ¿cómo se ha vivido este cambio?

No he tenido demasiado tiempo de estar con la gente, pero la mayoría veía necesario este paso. He recibido mensajes de ánimo, de bromas, de celebraciones, de todo.

¿Continuará siendo cofrade los próximos años?

No lo sé. Espero que mi aita pueda venir cuanto antes a ocupar su sitio, y si es así, igual compartiré cofradía un año con él para celebrarlo. Pero lo que espero es que este año mi participación sea una anécdota y que en los siguientes la participación de la mujer sea normal, que si hay mujeres que quieran ser cofradesas que lo sean, y si no las hay que sea por que ellas no quieran serlo, como hay muchos hombres que nunca se han planteado serlo. Lo que es llamativo es que no puedas planteártelo por ser de un sexo o de otro.

 

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