Raimundo Fitero
Otra televisión
Existe alguna probabilidad en el futuro inmediato de que algún canal televisivo se dedique a reivindicar la bondad intrínseca del invento para convertirse en un bien patrimonial para la humanidad? Hay veces que la televisión parece un mero servidor de actividades, un contenedor de publicidades, un territorio utilizado para la transmisión de epidemias desmovilizadoras, capadoras de ideas, reduccionistas. Uno vive muchos días de su vida maldiciendo el invento, vencido y entregado al discurso general que nos dice que si tantos millones de seres humanos se colocan delante del electrodoméstico esencial al unísono, algo significa.
Y es verdad, es un fenómeno claro, social, político, comercial, pero la televisión no es solamente eso. A veces se producen excepcionalidades que nos levantan las esperanzas, aunque sean con sordina, y así, en un domingo primero de agosto, acalorado por atletas sudorosos, pilotos de automóviles deshidratados, futbolistas de recreo o pelotaris de exhibición, casi sin uno enterarse se encuentra con un programa titulado «La mitad invisible», en el que se habla de manera acertada, en forma y fondo, sobre la manera de crear una canción, de las motivaciones, de los niveles técnicos, teóricos y del resultado final. Se elige «Mediterráneo» de Joan Manuel Serrat, en una suerte de documental, auténticamente cultural, dirigido por Blanca Flaquer, presentado por Juan Carlos Ortega, donde encontramos un buen trabajo de guión, una exigente documentación, una magnífica selección de personajes que analicen el fenómeno, una excelente guía actoral a modo de conductor entrevistador, que le dotaba de trascendencia sin aspavientos, y una realización capaz de mezclar los rasgos más actuales, con las narraciones más clásicas, es decir, ante una joya televisiva, ante lo que a uno le hace exclamar ¡Viva la tele!
Con programas de este porte la televisión adquiere fundamento, las públicas cumplen una misión, pueden ser aceptables, y solamente nos queda una duda razonable: un aumento de este tipo de programas de calidad, en número, en presencia, en buena situación en la parrilla, ¿no contagiaría a las otras cadenas? No contesto. Porque no sé.