Tras cinco días de festejos, ayer fueron los empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Baiona quienes tomaron el relevo en las calles de la capital labortana a las miles de personas que estos días han acudido a las fiestas.

A falta del balance oficial que habitualmente efectúan el Consistorio y la Subprefectura, ayer trascendió una denuncia por violación. Los hechos ocurrieron durante el fin de semana, concretamente entre la 1.30 y las 2.30 de la madrugada del viernes al sábado, en la zona de fiestas. La víctima, una joven parisina de 19 años, presentó la denuncia el sábado y la Policía Judicial abrió inmediatamente una investigación.

Las reacciones no se hicieron esperar. Así, el Colectivo Feminista contra la Violencia Sexista convocó a los organizadores de las fiestas, asociaciones, partidos políticos, autoridades y ciudadanos en general a manifestar su rechazo por esta nueva agresión en la concentración que celebró por la tarde en la plaza del Ayuntamiento.

El colectivo insistió en que «la violación es un crimen que nos afecta a todos y todas y ante el cual no podemos callarnos» y recordó que, esta agresión demuestra que las fiestas de Baiona «siguen teniendo un lado oscuro». El colectivo recordó, asimismo, que «dado que se denuncia solo una de cada ocho violaciones, la situación es más que alarmante».

1.200.000 personas

Salvo esta agresión, las autoridades han considerado que no ha habido más incidentes mayores. Policía y Gendarmería han efectuado 3.300 controles de alcoholemia, de los cuales 190 han dado positivo. La utilización del transporte público ha aumentado en un 25% respecto al año pasado. Los centros de socorro y hospitales han atendido a 1.500 personas y, en general, ha habido unas 60 detenciones.

En cuanto a la participación, según los datos provisionales que pudieron conocerse ayer, habría sido más o menos parecida a la del año pasado, es decir, que desde el miércoles hasta el domingo incluido, cerca de 1.200.000 han pasado por la ciudad.